Domínguez intenta evitar a intervención de BCE BdE, Menéndez pretende una fusión para replantear su liderazgo perdido, aunque sea con la Abanca de Juan Carlos Escotec
Se complica la situación en Unicaja por que el acuerdo entre las dos partes se presenta cada vez más difícil, después de todo lo ocurrido.
Por "dos bandos" entiendo, a día de hoy, el de Liberbank, representado por el ahora CEO-con-presidente-ejecutivo-por-encima, esto es, Manuel Menéndez, y, frente a él, el presidente de la Fundación Unicaja, José Manuel Domínguez, ese personaje a quien Menéndez minusvaloró como menor y que, tras una primera etapa al frente del primer accionista, en sustitución del histórico Braulio Medel, y en la que, en efecto parecía vencido, pues no le hacían caso ni sus propios consejeros dominicales... ha ido ganado una batalla tras otra.
Por decirlo de otra forma, quien inició las hostilidades fue Menéndez. Al principio le fue bien pero pecó de ambición: pretendió romper el protocolo de fusión y no esperó hasta junio de 2023 para ser revalidado, ya sin presidente ejecutivo y como primer directivo de la entidad fusionada. Posiblemente eso fue lo que encendió todas las alarmas, hasta en un presidente, Manuel Azuaga, que pretende retirarse sin la menor mancha en la fusión.
Ahora mismo, Domínguez controla el Consejo de Administración y ojo, nadie dice que Menéndez vaya a aprobar el examen de julio que hasta fines del pasado año parecía un mero trámite. De hecho, Menéndez intenta, a la desesperada, forzar una fusión, una operación corporativa que abra una nueva etapa en la que pueda replantear su liderazgo. Estaría dispuesto incluso a meter en danza al ambicioso Juan Carlos Escotet, de Abanca, siempre deseoso de crecer y siempre bajo el ojo vigilante del Banco de España.
Por su parte, Domínguez no va a admitir operaciones corporativas. De hecho, ya busca posibles recambios de Menéndez en calidad de CEO-primer ejecutivo. Pero, ojo, Domínguez sabe que antes de julio necesita un recambio para Menéndez. De otra forma, la solución le vendrá impuesta por BCE-BdE. Pero no se equivoquen, esa intervención del regulador no necesariamente tendria por qué favorecer a Menéndez. Esa lectura no es sino propaganda de Liberbank.