Pensábamos que teníamos bastante con las manías de Bill Gates, empeñado en que la gente deje de comer carne de vaca porque sus flatulencias (las de las vacas y las del propio Bill, imaginamos) dañan la capa de ozono del planeta, tal y como recogió Hispanidad.

Pero no. Ahora resulta que la Unión Europa quiere frenar la entrada de soja, madera y carne de vacuno entre otros productos que causan deforestación. Un reglamento, que se presentará el día 17 de noviembre, establecerá las condiciones que deberán reunir las importaciones de las materias primas y productos que están bajo sospecha de estar detrás de la destrucción de ecosistemas forestales, informa La Vanguardia.

La soja (utilizada sobre todo para piensos en la ganadería industrial), el aceite de palma, la carne de vacuno y el cacao, así como la madera de la tala industrial son algunos de los productos que llegan a los mercados europeos con el estigma de causar deforestación, añade este medio.

Se estima que el 80% de la deforestación mundial se debe a la expansión de la agricultura. Según la FAO, la deforestación afecta a una media de diez millones de hectáreas al año (100.000 km2 al año), lo que equivale a una quinta parte de la superficie de España. En toda la UE, el 87% de la soja importada se destina a la alimentación animal, añade La Vanguardia. Pero a los animales nos los comemos los hombres.

El reglamento debe ser discutido por el Parlamento europeo y el Consejo, que podrían aprobarlo antes del próximo verano, según el borrador del reglamento al que ha tenido acceso La Vanguardia.

Señores de la UE: déjennos en paz. Queremos comer chuletones y chocolate.