El vertiginoso aumento del turismo experimentado desde la pandemia ha llegado a su fin, lo que no es necesariamente negativo para el sector. Así, las pernoctaciones hoteleras durante los cuatro primeros meses del año apenas aumentaron un 0,1%, según publica este viernes el INE, tras caer un 1,6% las de residentes en España y subir un 0,9% las de los no residentes. Efectivamente, se confirma la tendencia del turismo de dos velocidades: el de los residentes y el de los no residentes.
La buena noticia es que la facturación media de los hoteles por cada habitación ocupada (ADR) aumentó un 5,6% en abril, hasta los 116,6 euros. El ingreso medio diario por habitación disponible (RevPAR), que está condicionado por la ocupación de estos establecimientos, aumentó un 7,2% y alcanzó los 78,1 euros. Y todo esto sucedió tras la subida del 6,9% del Índice de Precios Hoteleros, esto es, por encima de la inflación.