El tope al precio del gas en las compras en el mercado holandés TTF se ha atragantado en la Unión Europea y la decisión se ha vuelto a postergar... otra vez. La reunión de los ministros de Energía de la UE del pasado martes fracasó al no lograr cerrar un acuerdo, pero cabe destacar que España e Italia (ahora bajo los mandos de la cristiana Giorgia Meloni, a la que muchos se refieren de forma despectiva como ultraderechista) coinciden en considerarlo muy elevado.

Recuerden que el timo del tope ibérico se quiere extender a los 27 Estados miembros, pero les está costando llegar a un acuerdo. Si en España y Portugal se fijó en 40-50 euros por megavatio hora (MWh), en el conjunto de la UE se propuso en un principio que se fijara 275 euros/MWh, una cifra que la vicepresidenta ecológica española, Teresa Ribera, consideró una “tomadura de pelo” e “intolerable”, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, también rechazó considerándolo “claramente insuficiente”. Desde Bruselas, se ha planteado que la propuesta inicial baja a 200 euros/MWh, algo que desde España se sigue viendo “elevadísimo” y desde Italia, su primera ministra ve “insatisfactorio” y su implementación “inviable”. De hecho, la semana pasada el ministro de Energía italiano, Gilberto Pichetto Fratin, refirió que Italia y Grecia defendería un tope del precio del gas de 160 euros/MWh en la reunión.

Por su parte, Alemania y Países Bajos lideran el grupo de países que se niegan a que el tope se sitúe por debajo de los 200 euros/MWh, estando más en línea con la Comisión Europea, que no se ha pillado tanto las manos como España y Portugal, por el momento: cuanto más se alejen del precio del mercado, va a ser peor para los que tengan que pagar las compensaciones a los productores de ese gas ‘topado’ -o sea, para los consumidores-. Eso sí, ahora Sánchez parece dispuesto a apuntarse un tanto y ha señalado que defenderá la necesidad de fijar un tope al precio del gas para intervenir en el mercado energético de la UE en la cumbre de líderes de este jueves en Bruselas.