Martes negro en Telefónica tras confirmarse los temores acerca del resultado hasta septiembre. Ha sido malo. La teleco perdió 1.080 millones de euros, frente al beneficio de 954 millones del año anterior, debido al impacto de la venta de las filiales en Hispanoamérica. Sin ese impacto, el beneficio habría sido de 828 millones de euros, un 45,9% inferior.

La situación de la teleco, que ya no es líder en España, es preocupante, con bajada de ingresos en todos sus mercados estratégicos (Alemania, Reino Unido y Brasil), salvo España, que ha recuperado cierto brío. Esa es, sin duda, la mejor noticia -tal vez la única- de esta jornada que terminó con la compañía hundida en bolsa, nada menos que un 13,12%. Las ‘Telefónicas’ cerraron la sesión a 3,73 euros cada una.

Resultados malos, como decimos, con una caída del 3,6% de los ingresos, un ebitda un 5,5% menor y una deuda que creció más de 1.000 millones desde enero. El apalancamiento es de 2,95 veces ebitda y el objetivo del plan es reducirlo hasta 2,5 veces, en 2030.

Si hay algo que temen en la planta noble del Distrito C es una rebaja del rating. “No vamos a perder el ‘investment grade’ bajo ningún concepto”, afirmó tajante Murtra durante la presentación del plan a los periodistas. El objetivo está bien, pero mucho nos tememos que no depende sólo de Telefónica. O eso o debemos pensar que antes de afrontar alguna operación significativa, la última palabra la tendrán las agencias de rating.

Ya hemos contado en Hispanidad que la salida de Javier de Paz del Consejo -por cierto, estuvo presente durante la rueda de prensa- se produjo tras la pérdida de mando de su mentor, en la compañía, José Luis Rodríguez Zapatero. Pues bien, con ZP, se comenzó a vender todo Hispam, salvo Venezuela, donde se invirtieron 500 millones de euros en una maniobra incomprensible desde el punto de vista empresarial. Ahora, con ZP fuera de la órbita de la teleco, Venezuela ha pasado a estar disponible para la venta, al igual que México y Chile, las otras plazas que aún quedan en Hispanoamérica. ¿Quién querrá comprar Venezuela y a qué precio? Esa es una gran pregunta.

Otrosí: cuando llegó a la operadora, Murtra no pudo nombrar ni a su equipo ni al Consejo. Se lo dieron impuesto, por orden del citado ZP. El presidente de la compañía, sin embargo, no tiene planeado cambiar, ni el equipo directivo ni el Consejo de Administración para implementar ‘su’ plan.

Para entendernos: no pudo hacer su equipo pero, eso sí, despidió a la segunda línea ejecutiva, los técnicos, por así decirlo, que son los que sacan adelante la cuenta de resultados. Para eso no le pusieron pegas, pero eran los más necesarios. Ahora, el ambiente en la compañía es de profundo desánimo.

Una parte importante del plan son ahorros de costes, es decir, ajustes de personal. El CEO, Emilio Gayo, no sólo no lo desmintió, sino que afirmó que cualquier ajuste se haría de acuerdo con los representantes de los trabajadores. Recuerden que en un inicio, el plan estratégico consistía, fundamentalmente, en la ejecución de un ERE, pero Yolanda Díaz se lo echó abajo en menos de 24 horas.

Amantes del fútbol, pueden estar tranquilos. Telefónica ofrecerá todos los partidos, como hasta ahora. El Fútbol es un activo estratégico en España y no se pueden permitir no tenerlo. Otra cosa es que logren los derechos a buen precio o con un acuerdo favorable con otros operadores.

Murtra tiene mucho trabajo por delante. El mercado no se ha creído su plan y ha castigado, además, los malos resultados. Según él, tiene experiencia en transformar compañías -¿Indra?- y en tomar decisiones difíciles. Pues no ha empezado muy bien, que digamos.