Stellantis baja algo más de un 5% en bolsa este martes, tras suspender su producción en Rusia, donde sólo tenía una única fábrica (situada en la ciudad de Kaluga). Y alude como motivos “el rápido aumento diario de las sanciones cruzadas y las dificultades logísticas”.

Una decisión que el fabricante automovilístico franco-italo-estadounidense (fruto de la acertada fusión entre PSA y Fiat Chrysler Automobiles) ha tomado con bastante más retraso que otros colegas del sector, desde que comenzó la invasión rusa de Ucrania y con ello el conflicto el pasado 24 de febrero. Conviene recordar que lo único que había anunciado hasta ahora era que dejaba de importar y exportar coches al país de Vladimir Putin... y lo hizo el pasado 10 de marzo.

El CEO de Stellantis, Carlos Tavares, cobró 19,15 millones de euros en 2021, entre sueldo fijo y variable, siendo de los mejor remunerados del sector automovilístico mundial

La suspensión de la producción de Stellantis en Rusia llega más de tres semanas después de que lo hiciera Renault. En el fabricante automovilístico francés, Luca de Meo afronta su primera gran crisis porque Rusia es su segundo mercado en ventas y allí tiene una planta en Moscú y el 67% del fabricante ruso AvtoVaz -la cual posee la destacada marca Lada y tres fábricas situadas en Togliatti, Izhevsk y Argun-.

La cotización de Stellantis acumula una depreciación del 23% en lo que va de año, aunque cuatro puntos inferior a la de Renault. En este contexto no hay que olvidar que los accionistas del primero no andan del todo contentos, pese a que se repartirán 3.300 millones de euros en dividendos (a razón de 1,04 uros por acción), como se aprobó en la última Asamblea General Anual celebrada de forma virtual el pasado día 13. Y es que en dicha cita, el 52,1% de los accionistas votó en contra en la consulta sobre el informe de remuneraciones: no les gustó que el CEO, Carlos Tavares, cobrara 19,15 millones de euros en 2021, entre sueldo fijo y variable, siendo de los mejor remunerados del sector automovilístico mundial. Esta cifra es más del doble de la que recibió el presidente de Stellantis, John Elkann, que fue de 7,88 millones. Este último se comprometió a tener en cuenta la queja de los accionistas y Stellantis comunicó que toma nota de la devolución del voto consultivo sobre el Informe de Remuneraciones... pero no se esperan grandes cambios porque era una consulta y no tenía carácter vinculante.