Un día después de celebrar su Junta de Accionistas, Solaria ve cómo el mercado -y por tanto, los inversores- aplaude la firma de su mayor acuerdo de financiación (372 millones de euros): la cotización sube más de un 2%, aunque al mediodía se ha relajado al 1,5%, y acumula ya una revalorización superior al 34% en el último año. Un dinero con el que podrá seguir creciendo y que “contribuirá a la consecución de nuestros objetivos y, por lo tanto, a asegurar la transición energética, clave para la sociedad”, según refirió su presidente, Enrique Díaz-Tejeiro Gutiérrez, cuando se anunció dicho acuerdo de financiación a largo plazo con el banco neerlandés ABN Amro, el alemán Commerzbank y el Banco Europeo de Inversiones (BEI) hace cuatro meses, para construir 736 megavatios de plantas solares fotovoltaicas y que llega tras los buenos resultados obtenidos tanto en 2021 como en el primer trimestre de 2022.

La compañía líder en generación solar fotovoltaica del sur de Europa tiene como principal accionista a la familia Díaz-Tejeiro a través de DTL Corporación SL, que controla un 39,96% del capital. Le siguen a gran distancia varios fondos de inversión, una muestra más de la burbuja especulativa con renovables que hay en España y que es doble -operaciones de compra y venta, así como múltiples compañías del sector cotizando en bolsa con sonoras alzas y caídas-: BlackRock, el colonizador del Ibex, con un 3,821%; DWS Investment -la gestora de activos de Deutsche Bank-, con un 3,326%; Mirova, filial del banco corporativo y de inversión francés Natixis, con un 3,001%; la gestora de inversión independiente Invesco, con un 2,149%; ZP Master Utility Fund -operado por Zimmer Partners-, con un 1,816%; e Ishares Trust, con un 1,511%.

En la Junta, se nombró a María Dolores Larrañaga Horna, esposa de Enrique Díaz-Tejeiro y madre de los tres hijos del matrimonio (Enrique, José Arturo y Miguel), como consejera. En el Consejo ya se sienta su marido y José Arturo, vicepresidente primero y CEO, y Miguel, vicepresidente segundo

 

Enrique Díaz-Tejeiro, presidente de Solaria y su principal accionista a través de DTL Corporación

 

En 2021, Solaria logró un beneficio neto de 48 millones de euros, un 58% superior al del año anterior; así como crecimientos del 90% en el resultado bruto de explotación (Ebitda), hasta 93,4 millones, y del 71% en los ingresos, hasta 110,5 millones. En el primer trimestre de 2022, ha continuado con la tendencia ascendente: ha duplicado el beneficio neto (+98%), situándolo en 20,5 millones; y ha aumentado el Ebitda un 70%, a 33,07%; y los ingresos un 59%, a 36,46 millones. Aunque cuando dio a conocer estas últimas cifras, su cotización cayó un 6%, un ejemplo de los muchos vaivenes en bolsa de Solaria, al igual que los registrados por otras muchas compañías de renovables. Eso sí, desde el pasado enero acumula una revalorización bursátil del 19% y otra superior al 34% en el último año, y cotiza en el Ibex 35 desde octubre de 2020.

El jueves 30 de junio, en la Junta de Accionistas se aprobaron todos los acuerdos propuestos. Entre los relacionados con los consejeros, se dio la renuncia de Inversiones Miditel y el nombramiento de María Dolores Larrañaga Horna, esposa de Enrique Díaz-Tejeiro (en la imagen de la izquierda) y madre de los tres hijos del matrimonio (Enrique, José Arturo y Miguel), como consejera. Los dos últimos también se sientan en el consejo de administración de la compañía: José Arturo es vicepresidente primero y consejero delegado; y Miguel, vicepresidente segundo. Además, hace un mes, José Arturo invirtió más de 1 millón de euros en la compra de 50.000 acciones, que se suman a las 130.000 adquiridas a finales de 2021, y conviene tener en cuenta que no percibe ninguna remuneración, ni por su condición de consejero ni por la de CEO, ni tiene atribuido ningún programa de stock options.

Solaria también apuesta por entrar en eólica, ha creado la compañía Generia para reforzarse en el control y la compra de terrenos y recientemente ha constituido con el Ente Vasco de la Energía (EVE) la sociedad Indarberri para desarrollar de forma conjunta proyectos renovables

Recientemente, Solaria ha constituido junto al Ente Vasco de la Energía (EVE) una sociedad para desarrollar de forma conjunta proyectos de energía solar fotovoltaica, u otros proyectos de generación de energías renovables (Solaria también apuesta por entrar en eólica). El nombre de dicha sociedad es Indarberri, está participada al 70% por Solaria y al 30% por EVE, y su primer proyecto será el desarrollo, la construcción y la explotación de dos plantas fotovoltaicas de 50 MW en la provincia de Álava que pondrán su energía a disposición de empresas del País Vasco a precios muy competitivos. Además, a finales de mayo, se conoció que reforzará su apuesta por el control y la compra de terrenos en Europa al crear la compañía Generia, algo bastante positivo dado que el terreno será un bien escaso y estratégico para el desarrollo de renovables en la próxima década y así trata de asegurárselo mediante compra o alquiler, como destacaron los analistas del Banco Sabadell.