La primera compañía eléctrica española, Iberdrola; la primera petrolera española, Repsol; y el principal Banco en España, Caixabank pueden ser imputados por el caso Villarejo. Así lo ha decidido la Fiscalía Anticorrupción brazo armado de la Fiscalía General del Estado Dolores Delgado y de la Moncloa y conocida en los ambientes jurídicos como fiscalía pro-corrupción.

Ahora, el juez Manuel García-Castellón deberá decidir pero lo cierto es que ya en el BBVA imputó la persona jurídica, al banco, además de a su expresidente FG y ahora ya ha imputado a Ignacio Sánchez Galán, Antonio Brufau e Isidro Fainé a título personal, ergo…

La operación ‘Smart people’ es a la economía lo que la Ley de Seguridad a la policía y la ideología de género a la sociedad: pura tiranía

Es decir, tenemos a media industria española pendiente de un policía corrupto y deseoso de venganza sobre sus antiguos clientes -no sé por qué, le han hecho rico- y de un sanchismo empeñado en controlar España, con un todopoderoso jefe de Gabinete, Iván Redondo, conocido como Godoy y señalado como “el único” cerebro de Moncloa, empeñado en crear una “Smart people”, una serie de prebostes de la gran empresa, grandes patronos, que avalen el nuevo movimiento naciente y reluciente: el sanchismo.

La operación ‘Smart people’ es a la economía lo que la Ley de Seguridad a la política y la ideología de género a la ideología: pura tiranía, a mayor gloria de Pedro Sánchez Pérez-Castejón.

Alguien debería parar esto: una Fiscalía ideologizada y un juez estrella están destruyendo el tejido industrial español y la reputación corporativa del Ibex 35

Alguien debería parar esto: una Fiscalía ideologizada y un juez estrella están destruyendo el tejido industrial español y la reputación corporativa del Ibex 35. Lo dice el firmante quien no siente ninguna simpatía, antes al contrario, por la gran empra sino por la pyme, cuanto más diminuta mejor. Ahora bien, toda economía, especialmente el debilitadísimo tejido industrial español, precisa contar con locomotoras que tiren del carro. Como nos empeñemos en manchar de lodo al primer banco en España, la primera petrolera y la primera energética y en colocarlas a los pies de los depredadores fondos de inversión, mal vamos y peor iremos. Y créanme, el caso Villarejo no es para tanto. Infame desde luego, pero también chapuzas, por tanto menos dañino. Lo dañino son sus consecuencias. Se lo dice uno de los periodistas espiados por Villarejo: yo mismo.