El exministro Pepiño Blanco, uno de los protagonistas de las últimas puertas giratorias
El Gobierno nos tiene demasiado acostumbrados a verle usar el donde dije digo, digo Diego y un buen ejemplo de esto se puede ver en su actitud respecto a las puertas giratorias. Y es que Pedro Sánchez ha olvidado que prometió cerrarlas y Pablo Iglesias las denominó como “una forma de corrupción legal e institucionalizada” y afirmó que mantiene esa misma opinión, en la sesión de control del pasado 10 de junio. Sin embargo, una cosa son las palabras y otras los hechos, porque desde que el Gobierno social-comunista tomara posesión el pasado 14 de enero, ha colocado a seis exministros socialistas y a un asesor podemita.
Y ojo, eso sólo hablando de quienes han ocupado sillas en la bancada azul del Congreso de los Diputados o han tenido cierto protagonismo mediático. A los que seguramente habría que sumar un buen número de altos cargos de menos renombre. Ni siquiera la pandemia del coronavirus ha acabado con esta práctica.
Los consejos de Administración de Duro Felguera, Red Eléctrica, Saba y Enagás han sido los destinos escogidos, y en algunos casos, sin que los colocados tuvieran experiencia en el sector al que se dedica la compañía en cuestión. La lista de las puertas giratorias empezó apenas 16 días después de la toma de posesión del Gobierno: el exministro socialista Valeriano Gómez fue nombrado nuevo consejero de Duro Felguera. Vean cuáles fueron las siguientes:
- La exministra socialista Beatriz Corredor aterrizó en el Consejo de Red Eléctrica el 21 de febrero, pero no con un cargo pequeño, sino como presidenta de la compañía de transporte y operación del sistema eléctrico, tras la dimisión del también exministro socialista Jordi Sevilla. El sillón más importante de Red Eléctrica para la amiga de Sánchez... y sin tener ninguna experiencia en el sector energético.
- Sevilla se incorporó al Consejo de Duro Felguera el 17 de abril.
- El 23 de junio, la exministra socialista Elena Salgado se convirtió en nueva consejera de Saba, pero no es su primer cargo en una empresa privada. El pasado octubre, durante el primer mandato de Sánchez (sin coalición), se convirtió en presidenta de Motion Rail, una filial de Talgo, y a lo largo de su trayectoria ha ocupado, entre otros sillones, el de consejera de Chilectra, filial chilena de Endesa.
- Sin embargo, el caso más escandaloso de puertas giratorias se dio el 30 de junio, cuando los accionistas aprobaron la entrada de los exministros socialistas Pepe Montilla y Pepiño Blanco, y del asesor podemita -y antigasista- Cristóbal Gallego al Consejo de Enagás.
Este último caso ha sido quizá el más polémico de puertas giratorias en lo que va de legislatura, no sólo porque son tres a la vez, sino porque tampoco tienen experiencia en el sector energético... por mucho que el presidente del operador gasista, Antonio Llardén, presumiera de lo contrario en la Junta de Accionistas: “No les falta experiencia y conocimiento en el sector energético”. Algo que no han apoyado los accionistas por unanimidad (un 13% votó en contra) y en el exterior de la sede algunas personas recordaron a Pepiño Blanco las víctimas del acciondente del AVE en Santiago, en una vía que se inauguró siendo él ministro de Fomento y que, al parecer, no tenía todas las medidas de seguridad necesarias.
Llardén también destacó que con Montilla, Blanco y Gallego se refuerza el Consejo al ser “nuevos perfiles adecuados”... cómo no, pues han sido propuestos por la firma cazatalentos Seeliger y Conde, que es muy posible que haya recibido un buen pellizco por sus servicios. Y todo ello, en un órgano que ya tiene demasiados expolíticos sentados, socialistas y populares, lo que explica muy bien que Llardén siga al frente tanto con el PSOE como con el PP.