Hace una semana, como saben, volvieron a funcionar las puertas giratorias en las energéticas, al conocerse la propuesta de nombrar a los exministros socialistas José Montilla y Pepiño Blanco, y de un asesor de Podemos (Cristóbal Gallego) como consejeros independientes de Enagás. La polémica está lejos de apagarse, pues estos fueron los candidatos elegidos por Seeliger y Conde, pese a no tener independencia ni formación académica superior.

La firma cazatalentos se ha lucido con su “asesoramiento externo e independiente”, como se recoge en la convocatoria de la Junta de Accionistas de Enagás (ver documento adjunto), sobre todo, en el caso de los exministros. Eso sí, Seeliger y Conde habrá cobrado por sus servicios no menos de 60.000 euros, al tratarse de un contrato con una empresa del Ibex: algunos expertos en la materia estiman que el precio podría estar entre los 80.000 euros y los 100.000 euros.

Seeliger y Conde habrá cobrado por sus servicios no menos de 60.000 euros: es probable que entre los 80.000 y los 100.000 euros

Sin embargo, la polémica no acaba hoy porque este miércoles, el presidente y fundador de la firma cazatalentos, Luis Conde, se ha atrevido a escribir un artículo en Expansión, donde expone cómo se contrata a un consejero y qué características se valoran en los perfiles. Y parece estar muy orgulloso de lo escrito, porque también lo ha publicado en la web de Seeliger y Conde, vean algunas ‘perlas’:

  • Hombre o mujer de edad en torno a los 50 años -formación académica superior (abogado, economista o ingeniero) preferiblemente complementado por un MBA y con dominio del inglés”
  • “Mente abierta y visión global e internacional”
  • “Los candidatos no debieran tener una significación política”
  • “Deseable que tenga experiencia previa en la participación de consejos de administración o de consejos asesores”
  • “Independencia acreditada”
  • “Librepensador, creativo, innovador...”

En relación a la edad y la preparación, la elección de Montilla y Blanco es cuestionable. Montilla tiene 65 años y Blanco, 58, pero no tienen ninguna carrera universitaria: su única profesión ha sido la política, pasando por distintos cargos públicos y también del partido socialista. Por tanto, tampoco cumplen lo de no tener una significación política y por tanto, queda en entredicho su independencia. Además, no han participado en otros consejos de administración.

Montilla y Blanco no tienen ninguna carrera universitaria ni ningún MBA: su única profesión ha sido la política 

En el caso de Gallego, también es cuestionable su significación política y su independencia porque es asesor en materia energética de Podemos. Asimismo, conviene destacar que tiene 38 años, por debajo de la edad recomendada por Seeliger y Conde, aunque es licenciado en Ingeniería Aeronáutica por la Universidad Politécnica de Madrid, Doctor Internacional y profesor asociado en dicha universidad.

En la convocatoria de la Junta de Accionistas de Enagás (concretamente a partir de la página 23), se justifica la propuesta de nombrar a Montilla por sus altas responsabilidades administrativas y de gobierno relacionadas con el área energética, así como su conocimiento del sistema energético, de los reguladores y de la realidad territorial. En el caso de Blanco, se da valor también a sus altas responsabilidades de gobierno y en la Administración, así como a la gestión de la crisis de los controladores aéreos y la cancelación de vuelos por la erupción del volcán islandés Eyjafjalla. Y por último, valoran los conocimientos de Gallego en relación a la transición energética.

Pero en estos tres nombramientos hay que tener en cuenta algo más: la figura del presidente de la gasista, Antonio Llardén, que es el mejor ejemplo de cómo mantenerse al frente de una empresa pública tanto con el PSOE como con el PP, y por eso, en algunos cenáculos de Madrid se le conoce como “el pastelero del Ibex”. Este ingeniero industrial barcelonés propuso el nombramiento de tres consejeros, elevando el número total de 13 a 16, en la actual coyuntura política para garantizarse su reelección como presidente (igual que hizo antes con el PP), aunque se ha preparado con tiempo: fue nombrado en 2007 y ha sido reelegido en varias ocasiones: la última en 2018 por un periodo de cuatro años.

Y por cierto, conviene destacar que Seeliger y Conde también tiene bastante relación con expolíticos... Por ejemplo, Esperanza Aguirre estuvo casi tres años en la oficina de Madrid cuando dejó la política y actuamente, entre sus socios, está Íñigo de la Serna, que fue de ministro de Fomento en el Gobierno Rajoy.