Mientras Pedro Sánchez y Nadia Calviño niegan el desastre económico que vive España (por supuesto, aunque Sánchez sabe que España está quebrada), y eso que reciben numerosas bofetadas del Banco de España: un desastre que ya es demasiado grande para ocultarse y difícil librarse de él. Por ejemplo, el automóvil español es uno de los grandes afectados, pues sufre una tormenta perfecta: menos ventas y producción, y mayor precio.

Las ventas de turismos y todoterrenos se han situado en 233.509 en los cuatro primeros meses, siendo casi un 12% inferiores a las de hace un año, pero aún siguen representando la mitad de las que había hace tres años en tiempos preCovid. La producción ha bajado un 17% hasta marzo, aunque acumula una caída del 25% respecto a los niveles de 2019 y supone que se fabrican 200.000 unidades menos que entonces. Mientras, el Índice de Precios de Consumo (IPC) de los automóviles ha alcanzado un nuevo récord al situarse en el 6% en abril y en el 4,8% en el conjunto de los cuatro primeros meses. ¡Ole!

El Índice de Precios de Consumo (IPC) de los automóviles ha alcanzado un nuevo récord al situarse en el 6% en abril y en el 4,8% en el conjunto de los cuatro primeros meses. ¡Ole!

Ojo, porque el sector automovilístico aporta el 11% del PIB español, representa el 60% de la industria y su cadena de valor tiene unos 1,9 millones de empleos. ¡Mal vamos! Un sector que está lejos de recuperarse del frenazo que supuso el Covid y prevé que tardará al menos otro año en hacerlo y que sólo venderá 800.000 unidades en 2022. Y es que a los problemas de la cadena de suministro, la crisis de chips, el alza del Impuesto de Matriculación y de los precios de la energía, se han sumado en los últimos meses el conflicto en Ucrania y la subida de carburantes.

Ya no sólo falta oferta, también demanda, la cual está cada vez más condicionada por la incertidumbre económica. También hay dudas del comprador ante qué opción elegir, teniendo en cuenta tanta histeria verde y si no va a tener problemas para cargar su nuevo vehículo electrificado o híbrido y si este responde a sus necesidades. De hecho, ahora se están vendiendo más coches de más de 15 años que nuevos. Mientras Sánchez sólo se preocupa por hacerse fotos con grandes jefes del sector (por ejemplo, al de Volkswagen o a representantes de Renault y Seat (este último también preside la patronal de fabricantes -Anfac-)... pero ya saben que le gusta más viajar en Falcon, aunque sea mucho más contaminante