Primero vamos con la noticia, Sacyr ha vendido a Actis tres activos concesionales en Colombia por 1.600 millones de dólares. Estamos hablando de: Unión Vial Río Pamplonita (Autopista Pamplona-Cúcuta), Desarrollo Vial al Mar (Autopista al Mar 1) y Concesionaria Vial Unión del Sur (Autopista Rumichaca Pasto).

Sacyr mantendrá la operación en Colombia, donde contará con tres activos: Autopista Puerta de Hierro (en operación), Corredor Buenaventura-Loboguerrero-Buga Recuperación de los Ecosistemas Degradados del Canal del Dique, los dos últimos en fase de desarrollo.

Según ha señalado la compañía en un comunicado, esta operación demuestra "el valor de los activos" de Sacyr, "ya que el importe de la venta es el 12% superior a la estimación facilitada en el Inversor Day 2024. Eso sí, el cierre de la transición "está sujeto al cumplimiento de determinadas condiciones suspensivas habituales en este tipo de operaciones y está previsto para el segundo semestre de 2025".

Esta operación generará un impacto positivo en el Estado de Flujos de Efectivo de la compañía debido a la entrada de caja de 318 millones de dólares que conlleva.

La compañía justifica la operación como "política habitual de rotación de activos", que según ellos "fortalece el balance para acelerar el plan de crecimiento". Y la pregunta surge sola: el problema de vender activos es que no se puede repetir la operación y supone, además, reducir el perímetro de la compañía, entonces, ¿cómo es posible hacer más fuerte el negocio de concesiones vendiendo concesiones?

En cualquier caso, seguimos con el proceso de adelgazamiento infinito, ha vendido Portugal, Aguas, Servicios… El Grupo ha pasado de constructora a concesionaria que tiene construcciones, que cada vez son menos, aunque es donde la compañía anunció que se centraría. 

Como parte de este plan, Sacyr llevaba a cabo su ampliación de capital con el objetivo de promover el desarrollo de sus proyectos concesionales y se anunció la llegada de un CEO, puesto de nueva creación para la compañía: el sillón lo ocupó Pedro Sigüenza Hernández.

Es decir, Sigüenza CEO y Manrique presidente, y aquí llegamos a los más importante en Sacyr. Los que siguen mandando son Carceller y Loureda, primer y tercer accionista de Sacyr, con el 14,59% y el 7,34%, respectivamente. Y las dos grandes preguntas siguen siendo, primero, cuándo se jubilará Manrique, y segundo, qué piensa hacer Demetrio Carceller. Efectivamente, tras la marcha de Luis del Rivero, el otro fundador de Sacyr, así como de la salida de Juan Abelló, el futuro de la compañía está en manos de Carceller, el hombre de Damm.

La solución no es sencilla, principalmente porque la que fuera una de las grandes constructoras españolas, actualmente sólo tiene un activo: las concesiones y encima está vendiendo algunas de ellas. Dicho de otra manera, si Carceller decide vender la empresa, encontrará comprador, por ejemplo fondos, para las concesiones, pero no para construcción. Tendría que trocearla, pero eso sería admitir de alguna manera el fracaso en el negocio que en su día hizo grande a Sacyr.