En el Sabadell están exultantes, tras los resultados obtenidos en 2022. El mercado también lo está y las acciones, a media sesión, seguían disparadas más de un 8%, con un Ibex arriba un escaso 0,5%. Es tanta la euforia que la presentación a analistas, celebrada este jueves en la sede del banco en Sant Cugat del Vallés, antes del encuentro con la prensa, ha finalizado con aplausos del respetable.

El buen momento de la entidad parece contradecir al BCE y al Banco de España, que siguen lanzando mensajes de prudencia al sector para que no aflojen las provisiones y contengan el dividendo. Pues bien, el Sabadell ha hecho justo lo contrario: ha reducido las provisiones un 15,7%, hasta los 1.032 millones de euros, y ha aumentado el pay out, del 40 al 50%.

“Todas las predicciones están mejorando claramente”, afirmó César González-Bueno en la presentación a la prensa. Según el CEO del banco, ninguna de las previsiones negativas se han cumplido, ni parece que se vayan a cumplir, según se desprende de la actividad de las primeras semanas de enero.

En cualquier caso, y a pesar del abultado resultado, González-Bueno no aprueba el impuestazo del Gobierno, cuyo impacto en las cuentas de este año será de unos 170 millones de euros y de algo más en el próximo ejercicio. “No se justifica”, afirmó. Por cierto, el banquero no quiso adelantar si finalmente la entidad recurrirá la tasa en los tribunales, aunque, visto lo visto y qué es lo que hará la mayoría del sector, lo extraño sería que no lo hiciera.

La filial británica TSB no se vende… de momento. Ahora que va bien es lógico que el banco no quiera desprenderse de él. Costó demasiado integrarlo como para no aprovechar el viento favorable actual para sacarle el máximo rendimiento posible. El Sabadell no piensa vender TSB, pero tampoco piensa comprar nada, tampoco en España. González-Bueno está satisfecho con el perímetro actual y no quiere que el personal se distraiga con otros menesteres. Lo cierto es que el sector está muy tranquilo: nadie vende y nadie compra.

Tampoco prevé despedir ni cerrar oficinas. En definitiva, 2023 será un año tranquilo, con mayor impacto de la subida de tipos en el margen de intereses y con las comisiones, sobre todo las de particulares, a la baja.