¿Realmente es positivo vender un inmueble para luego permanecer como inquilino, pagando un alquiler al nuevo propietario? La técnica del ‘sale & lease-back’, que se ha dado en mayor medida en el sector inmobiliario, también se emplea ahora con servicios como, por ejemplo, la gestión de fondos, el renting o los medios de pago.

Eso es lo que está haciendo el Sabadell, que dirige César González-Bueno, que se dispone a vender la filial de pagos -tarjetas y TPV-, pero seguir comercializando el servicio cobrando una comisión por ello. La operación, anunciada en un comunicado a la CNMV en septiembre, se cerrará antes de Navidad por unos 300 millones de euros. En este tipo de acuerdos de ‘vender y permanecer’, el contrato de arrendamiento suele tener una duración de unos 10 años.

La operación es muy similar a la que cerró el banco en junio de 2020, cuando vendió su gestora de fondos Sabadell Asset Management a Amundi, por 430 millones. Más reciente -abril 2021- y con González-Bueno al frente, fue la venta del cien por cien de Bansabadell Renting, la filial de renting del banco, a ALD Automotive, por 59 millones de euros.

‘Vender y permanecer’ que en el caso del negocio de pagos consiste en seguir comercializando y distribuyendo las tarjetas de débito y crédito, y los TPV. ¿Merece la pena? El negocio de tarjetas facturó 5.826 millones de euros hasta septiembre, un 17% más que en el mismo periodo de 2021, y el de TPV, 13.604 millones, un 33% más que el año anterior, según los últimos resultados publicados por la entidad. Hablamos, por tanto, de un negocio al alzo y con mucha capacidad de crecimiento.

Por eso, ¿merece la pena desprenderse de esa filial? Seguro que los números dicen que sí -300 millones no se ingresan todos los días-, pero, ¿compensa a largo plazo? Porque la venta solo se puede realizar una vez. Claro que, a largo plazo, todos calvos.