RWE tropieza en 2023 y prevé peores cifras para 2024
RWE se hace valer ante el rumor de que interesa a Iberdrola (según Ok Diario, y donde podría tener rivales -Enel, TotalEnergies y BP-), algo que los analistas ven como “una posibilidad remota” por obstáculos financieros, políticos y regulatorios, como recoge Consenso del Mercado. Eso sí, en dicho rumor no es baladí la capitalización bursátil: la eléctrica que dirige Ignacio S. Galán vale 75.874 millones y la alemana, 31.310 millones. Esta última sube en bolsa un 1% este jueves, tras ganar 1.671 millones de euros y cuadruplicar resultado bruto de explotación (ebitda) ajustado en el primer trimestre, unas cifras que llegan tras tener un gran año 2022.
RWE ha logrado un beneficio neto ajustado de 1.671 millones de euros, confirmando la cifra que adelantó a finales de abril. El ebitda ajustado ha pasado de 613 millones a 2.798 millones en un año, sobre todo, por los aumentos de las aportaciones del área de hidráulica, biomasa y gas (1.177 millones, frente a los 263 millones del primer trimestre del año pasado) y del área de carbón y nuclear (496 millones, frente a 207 millones). Por su parte, el negocio de eólica marina ha contribuido con 473 millones al ebitda, 53 millones más que hace un año; mientras el de eólica terrestre y solar ha bajado, pasando de 318 millones a 247 millones.
Eso sí, la energética alemana presume de haber aumentado su cartera renovable en 4.900 megavatios (MW) en el primer trimestre, tras invertir 8.000 millones (de los que la mayor parte se han destinado a la compra de la compañía estadounidense Con Edison Clean Energies Businesses). Y ojo, porque ha crecido su deuda neta a 5.700 millones, frente a la posición de caja neta de 1.630 millones, aunque el ratio de deuda neta sobre ebitda es asequible (3 veces), por ahora.
Y por último, destacar que ha decidido elevar el dividendo en 0,10 euros, hasta 1 euro por acción, dado que le ha ido mucho mejor que a su compatriota E.On. Todo sea por tener contentos a sus principales accionistas: entre ellos, está el fondo soberano de Catar (QIA, tras la conversión de un bono obligatoriamente convertible), con un 9%, y el fondo de inversión estadounidense BlackRock (6%), que, por cierto, ocupan las dos primeras posiciones en el accionariado de Iberdrola.