RWE hace tiempo que dejó de ser la carbonera alemana, aunque aún usa este energía, claro que ahora apuesta a lo grande por las renovables
RWE celebra en bolsa, con una subida de su cotización cercana al 3%, el aumento de dividendo que ha anunciado para 2023, llegando a 1 euro por acción, frente al 0,90 euros correspondiente al año anterior. Todo ello, tras duplicar el beneficio neto y superar la previsión de resultado bruto de explotación (ebitda) en 2022, por lo que le ha ido mejor que a su compatriota E.On.
La mayor productora de energía en Alemania tiene como principales accionistas al fondo soberano de Catar (QIA, tras la conversión de un bono obligatoriamente convertible este mes) y al fondo de inversión estadounidense BlackRock (6,47%). Dos fondos que también ocupan las mismas posiciones en la eléctrica española Iberdrola.
El ebitda de la división de hidroeléctrica, biomasa y gas se ha triplicado, hasta 2.369 millones; al igual que el del área de eólica terrestre y solar, que se ha situado en 827 millones y que crecerá en parte gracias a la compra de Con Edison Clean Energies Businesses; y el negocio de eólica marina ha sido el segundo que más ha aportado al ebitda total (1.412 millones)
En 2022, tuvo unos buenos resultados, duplicando el beneficio neto ajustado y el de explotación (ebit) y aumentando el ebitda, gracias sobre todo a la expansión de las energías renovables y al contexto de mayores precios de la energía. En concreto, el beneficio neto ajustado se ha duplicado, pasando de 1.554 millones de euros a 3.232 millones; el ebit ha ascendido de 2.185 millones a 4.568 millones, y el ebitda se ha situado en 6.310 millones, frente a los 3.650 millones del año anterior. En esta última magnitud, destacan las mayores aportaciones de sus negocios principales, mientras el de carbón y nuclear ha descendido en ganancias en 138 millones por el cierre de centrales eléctricas y porque ya había vendido la mayor parte de la producción de electricidad de sus centrales nucleares y de lignito antes de la crisis energética, aunque para 2023 se prevé que aporte mucho más (entre 800 y 1.200 millones, por los mayores márgenes). Por su parte, el ebitda de la división de hidroeléctrica, biomasa y gas se ha triplicado, hasta 2.369 millones; al igual que el del área de eólica terrestre y solar, que se ha situado en 827 millones y que crecerá en parte gracias a la compra de Con Edison Clean Energies Businesses (empresa de energía renovable de primer nivel en el mercado estadounidense y de rápido crecimiento); el negocio de eólica marina ha sido el segundo que más ha aportado al ebitda total (1.412 millones); y el de suministro y comercio ha contribuido con 1.161 millones.
RWE ha realizado unas inversiones totales en efectivo de 4.400 millones, sobre todo, en renovables, pues ha puesto en marcha más de 30 proyectos de 2.400 megavatios MW) en once países y ha comprado Con Edison CEB, lo que la convierte en una empresa de energía renovable de primer nivel en EEUU, al tiempo que sigue creciendo en desarrollo solar en Polonia y Reino Unido. “Todos nuestros esfuerzos están dedicados a establecer un suministro de energía climáticamente neutral”, ha señalado su CEO, Markus Krebber, pues se consideran un motor internacional de la transición energética. Eso sí, no hay que olvidar que también ha ampliado una mina de carbón situada en el pueblo de Lutzerath... para garantizar la seguridad energética del país ante el descenso del gas ruso por la guerra en Ucrania, y que ha llegado a un acuerdo con el Gobierno federal alemán que lidera Olaf Scholz y con el gobierno del estado de Renania del Norte-Westfalia para adelantar la eliminación del carbón a 2030.
De cara a 2023, RWE prevé menores cifras de beneficio neto y ebit ajustados, mientras el ebitda se situaría en un rango de entre 5.800 millones y 6.400 millones. Por negocios, la mayor productora de energía en Alemania estima que mantendrá altos niveles de ebitda en eólica marina; crecimiento en eólica terrestre y solar; leve descenso en hidráulica, biomasa y gas; y desplome a 300-600 millones en suministro y comercio. “Nuestra sólida situación financiera y nuestro buen desempeño nos colocan en posición de continuar invirtiendo fuertemente en el crecimiento de RWE en 2023. También queremos que nuestros accionistas tengan una parte justa de nuestro éxito y, por lo tanto, proponemos un dividendo de 1 euro por acción para el presente ejercicio fiscal 2023”, ha añadido su director financiero, Michael Müller.
Paralelamente, la energética alemana ha criticado la prohibición estadounidense sobre las importaciones de la región china de Xinjiang, donde ha habido denuncias de violaciones de derechos humanos, según informa Financial Times. Es más, RWE ha advertido que las restricciones que afecten a los módulos solares de Asia podrían “obstaculizar significativamente los planes para construir una infraestructura de energía verde”, pues ya ha estado sufriendo “retrasos considerables en los proyectos”.