En la tarde del jueves 24 de febrero, se han publicado los resultados a cierre del cuarto trimestre finalizado de 2021 de Kutxabank. Como breve adelanto, por fin traemos buenas noticias, al menos en apariencia. El grupo sigue en su senda particular ascendente de la cifra de su resultado de manera comparativa con la de hace un año, ya vista en el análisis comparativo a cierre del trimestre anterior. Su resultado consolidado a cierre del cuarto trimestre de 2021 ha sido superior en un 19,9% respecto al cierre del mismo trimestre del año anterior, pasando de ser de 182,1 millones de euros a 218,4 millones de euros. Ahora bien, si comparamos con 2019, año pre-pandemia, vemos que aún está muy lejos de los 352,2 millones de euros que ganó entonces. Comparar con 2020, el peor año y el más excepcional de los que se recuerdan, tiene el riesgo de pensar que todo va fenomenal, cuando lo cierto es que no es así.

A continuación estudiaremos de manera segregada las principales magnitudes que componen el resultado del grupo a 31 de diciembre de 2021 de manera comparativa con las cifras acumuladas a cierre del ejercicio anterior, a ver si logramos dilucidar dónde radican las mayores virtudes de la cuenta de resultados de Kutxabank que le han permitido obtener los buenos resultados ya mencionados.

Los ingresos de Kutxabank a cierre de 2021, representados en forma de resultado del negocio bancario, que incluye el margen de intereses más los ingresos por servicios y del negocio asegurador, ha sido superior en un 8,2% a la misma cifra a cierre del año anterior hasta situarse en 1.165,7 millones de euros. De manera segregada, el margen de intereses ha disminuido en un 1,3% entre el 2020 y el 2021, hasta los 559,3 millones de euros, no ocurriendo de igual manera en los ingresos por servicios y el negocio asegurador, que ha aumentado en un 18,9% en igual comparativa, hasta situarse en 606,4 millones de euros.

Sin embargo, dicho incremento no se ha apreciado en el margen bruto del grupo en iguales términos comparativos. El margen bruto del Kutxabank, el cual incluye el resultado del negocio bancario más dividendos, operaciones financieras y otros resultados de explotación, ha disminuido en un 5,6% a cierre del cuarto trimestre de 2021 con respecto a la cifra del mismo período de año pasado, hasta situarse en 1.137,1 millones de euros, desde los 1.204 millones de euros con los que acabó el 2020. Este decremento del margen bruto viene compensado, y de qué manera, cuando el grupo reconoce una disminución de dotaciones tras eliminar de forma parcial el efecto de la pandemia en su cartera recogido en 2020. Esto ha provocado que el grupo haya obtenido un muy buen resultado neto a cierre de 2021, como ya indicamos al inicio de este artículo, de manera comparativa con el cierre del período 2020. En concreto, el grupo ha reducido sus provisiones en el período en un 12% hasta situarse en 98,5 millones de euros y sus pérdidas por deterioro de activos financieros en un 55,4% hasta los 71,3 millones de euros.

De especial relevancia ha sido el descenso de la ratio de morosidad del grupo entre 2020 y 2021, hasta de un 0,47%, situándose en un 2,44% por debajo de la media del sector. Pero no conviene engañarse: 2021 fue un mal año para la entidad, como lo fue para el resto del sector

Vayamos con la solvencia de Kutxabank. El grupo ha empeorado su solvencia a cierre del 2021 respecto a 2020. La principal ratio de solvencia, CET1 (Common Equity Tier 1) ha sufrido un decremento de un 0,15% entre dichos períodos hasta situarse en el 17,68%. Sobre la liquidez del grupo, Kutxabank informa de que sus ratios de liquidez (LCR y NSFR) a cierre del cuarto trimestre de 2021 superan holgadamente los exigidos si bien, la evolución en ambos casos ha sido contrapuesta. El LCR del grupo del período 2021 ha descendido hasta un 233,2% y la ratio NSFR de Kutxabank se ha incrementado, a cierre del mismo período, hasta el 138,39%, es decir los recursos líquidos del grupo son superiores a los deseables.

Dediquemos ahora unos segundos a tratar la morosidad del grupo, es una ratio muy interesante y que nos da mucha luz sobre la calidad de los deudores que mantiene el banco. Como saben, la ratio de morosidad del grupo es una de sus principales fortalezas, esperemos que lo siga siendo. La ratio de morosidad de Kutxabank ha mejorado, más aún si cabe, a cierre del cuarto trimestre de 2021 respecto a la misma cifra de hace un año. Su ratio de morosidad a cierre de 2021 ha sido del 1,86%, un 0,47% inferior en iguales términos comparativos. El grupo destaca la alta calidad de sus activos en comparación con la media del sector. De hecho, la ratio de morosidad media del sector a cierre del mes de noviembre de 2021 se situó en el 4,3%. Además, el grupo ha mejorado su ratio de cobertura de crédito en un 17,02% a la cifra de cierre del cuarto trimestre de 2020, situándose en un 96,33%.

Como conclusión, Kutxabank sigue remontando y saliendo del castigo que sufrió su resultado consolidado devenido principalmente por el impacto del Covid-19 en su cartera. Bendito descenso de provisiones y deterioros entre períodos. Asimismo, de especial relevancia ha sido el descenso de la ratio de morosidad del grupo entre 2020 y 2021, hasta de un 0,47%, situándose en un 2,44% por debajo de la media del sector. Pero no conviene engañarse: 2021 fue un mal año para la entidad, como lo fue para el resto del sector.