Tras cambios de nombre en algunas empresas que no han acabado de entenderse ni de funcionar (Occident ha sustituido a Catalana Occidente, Nauterra a Grupo Calvo y Moeve a Cepsa, entre otros ejemplos), Repsol ha apostado por otra cosa. Y es que ha decidido evolucionar su marca, pero sin renunciar a su esencia ni a su nombre, y apostando por todos sus negocios.

No es baladí que la compañía que preside Antonio Brufau y tiene como CEO a JosuJonImaz insista en ser multienergética. De hecho, presume de ser “la única compañía de la Península Ibérica que puede ofrecer todas las energías que sus clientes necesitan en la movilidad y en el hogar”, algo que ahora se escuchará mucho en su nuevo lema: “Con toda la energía”. Y es que Repsol defiende, como bien saben, la neutralidadtecnológica y esto, en materia energética, se traduce en una apuesta por todas las energías para ofrecer aquellas soluciones que mejor se adapten a cada uno: energías renovables, estaciones de servicio, puntos de recarga, clientes de electricidad y gas, clientes digitales, combustibles (incluidos los renovables) y plantas que los producen...

El cambio en su identidad visual se adapta a su estrategia y refuerza la transformación emprendida desde hace décadas, pues fue Repsol fue la primera compañía de su sector en comprometerse al objetivo de cero emisiones netas para 2050: lo hizo en diciembre de 2019. Ahora ha decidido potenciar su símboloreconocible, manteniendo su silueta, pero dotándole de cierto volumen para simular movimiento. También ha revitalizado sus colores (azuloscuroynaranja, incluyendo el degradado de este último hasta el magenta), y ha cambiado las letras mayúsculas por minúsculas para mostrar más cercanía.