Renfe no va a toda velocidad como el AVE, pues ha presentado unas pérdidas de 241,8 millones de euros hasta junio, un 15% superiores a las de hace un año. Todo ello, a pesar de que crece el número de viajeros un 7,7%, a 144,9 millones, pero aún lejos de los niveles que había en el primer semestre de 2019 (261 millones), según los datos a los que ha tenido acceso El País.

El operador ferroviario español ha presentado números rojos en todas sus divisiones, excepto en la de Alquiler de equipos, y los más elevados han sido los de Renfe Viajeros (-205 millones). Por su parte, los ingresos han ascendido a 1.427 millones, lo que supone un 6,8% más que hace un año, y en la que se incluye la subvención que recibe de las Obligaciones de Servicio Público (OSP) por operar Cercanías y Media Distancia (regionales).

A Renfe le ocurre lo contrario que Adif. El gestor ferroviario, que acaba de vivir un cambio en su presidencia (María Luisa Domínguez ha sustituido a Isabel Pardo de Vera, que ha ascendido a secretaria de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana), ha reducido sus pérdidas un 12%, hasta 284,95 millones, en el primer semestre. Y en parte se debe al inicio de la liberalización ferroviaria: Ouigo, el AVE low cost del operador francés SNCF, se inauguró el 8 de mayo, mucho antes que el de Renfe (el AVLO), el cual arrancó el pasado 23 de junio.