Renault frena en bolsa este jueves, cuando su cotización cae casi un 7% y es la que presenta el color rojo más intenso dentro del selectivo francés (el CAC 40). Así han reaccionado los inversores tras conocer que ha ingresado menos de lo que esperaban los analistas, pese a mayores ventas y la estrategia de priorizar valor a volumen.

El fabricante automovilístico francés ha tenido unos ingresos de 10.507 millones de euros en el tercer trimestre, lo que supone un 7,6% más que hace un año, por debajo de lo previsto por los analistas. Se ha visto afectado por el impacto de los tipos de cambio, en especial de la lira turca y del peso argentino; algo que también ha notado en la facturación de los nueve primeros meses, que se ha situado en 37.356 millones (+21%).  

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Por su parte, las ventas se han incrementado un 6,1%, a 510.751 unidades, destacando el avance en Europa (+15,3%) y dentro de este continente a España (+32%, a 96.026 coches -en especial del modelo Austral que se ensambla en la planta de Palencia), su quinto mercado. Al mismo tiempo, una parte de las ventas se debe a la reducción de existencias, cerrando septiembre en 542.000 y con la vista puesta en acabar el año por debajo de los 500.000. En el conjunto de los nueve primeros meses, el grupo que dirige el italiano Luca de Meo ha vendido 1.644.313 coches, un 10,9% más que hace un año.

“Hemos entrado en el último trimestre con confianza y confirmamos la mejora de nuestra rentabilidad en la segunda mitad del año”, ha señalado el director financiero, Thierry Piéton. De hecho, prevén que el margen operativo pase del 7,6% que registró en el primer semestre a entre el 7% y el 8% en el segundo. Y confían en que lo lograrán con la “ofensiva de productos, junto con los beneficios de nuestro programa de reducción de costes y nuestra política comercial disciplinada centrada en el valor”, ha añadido.

Paralelamente, Renault continúa negociando con la petrolera saudí Aramco su entrada en el capital de Horse, la nueva división de motores de combustión e híbridos donde tiene como socios a los chinos de Geely (estos, a su vez, son el primer accionista de Volvo Cars y de Volvo Group).