En la tarde del martes 17, los ministros de Energía de la UE acordaron la reforma del mercado eléctrico europeo, aunque esta aún debe pasar trámites y negociaciones y su texto final se debatirá en la Eurocámara. Esto no quita que Teresa Ribera se haya apuntado un tanto en la presidencia española de la UE ni que se haya visto cómo el prejuicio verde atenaza al viejo continente, en teoría, para acabar con la volatilidad en los precios de la energía.

Ya saben que todo lo verde es caro y que ecología rima con carestía, pero no tanto con economía. Porque no hay que producir menos energía para ser más ecológico, sino producir más con todas las fuentes de energía disponibles y usando mecanismos para capturar el CO2 que se emita o utilizarlo como materia prima en la elaboración de plásticos y combustibles, por ejemplo.

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Para el ex comisario europeo de Energía y de Acción por el Cambio Climático y exministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente Miguel Arias Cañete, que es otro defensor de lo verde, la reforma se ha hecho “muy a la carrera”. Considera que las posturas aún “no están muy próximas” y que la Presidencia española va a tener que hacer “un enorme esfuerzo de aproximación y conciliación”. En su opinión, “empieza ahora la hora de la verdad, la hora de los diálogos, donde hay que sentarse a negociar el Consejo, el Parlamento y la Comisión”, ha señalado antes de participar en un Congreso Europeo sobre el Mercado Eléctrico de la Unión Europea que ha tenido lugar en la Universidad de Salamanca.

Junto a otros expertos en energía, Arias Cañete ha señalado que el reto del masivo desarrollo de renovables, almacenamiento y red “no se alcanzará si se incurre en medidas intervencionistas o que fragmenten el mercado interior, en que algunos siguen emperrados. Hace falta mucha más Europa para conseguirlo”. Un reto “para desterrar definitivamente los combustibles fósiles en toda la economía”, en línea con la histeria climática, pese a que Goldman Sachs y la Agencia Internacional de la Energía (AIE) tienen claro que cada vez se consumirá más petróleo.

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Ricardo Rivero Ortega, rector de la Universidad de Salamanca, ha defendido que “la posición del Consejo acordada en la reunión de ayer está alineada con la propuesta de la Comisión Europea que planteó una evolución, y no una revolución, del mercado actual”. Por su parte, Carlos Padrós, catedrático de Derecho Administrativo y Derecho de la UE de la Universitat Autònoma de Barcelona, ha referido que “uno de los objetivos que persigue esta reforma es la de consolidar la creación de un marco jurídico estable, predecible y no sujeto a vaivenes de los reguladores nacionales”, que permita garantizar una energía a precios asequibles “a la vez que se avanza en los objetivos climáticos”, y también la seguridad y el abastecimiento del suministro. Por eso entre las novedades de la reforma están los contratos por diferencia (CfD), que se podrán aplicar a todas las nuevas instalaciones de generación, las que amplíen su capacidad y extiendan su vida útil, independientemente de su tecnología, aunque en algunos casos necesitarán del visto bueno de Bruselas.

Eso sí, Arias Cañete no se ha mojado mucho respecto a la energía nuclear, que también ha sido incluida en la citada reforma eléctrica. El ex comisario europeo ha señalado que su situación es “compleja”, porque tiene “un rechazo político” en algunos países, al tiempo que otros están apostando por esta energía y construyendo nuevas centrales (entre ellos, “casi ocho o nueve países” de la UE, así como EEUU y China). Debería recordar que la nuclear proporciona energía de forma estable y sin emitir CO2, siendo considerada por muchos expertos como el mejor complemento a las renovables en el mix energético.