Es cierto que los Presupuestos todavía tienen que ser aprobados en el Congreso, pero también lo es que ese trámite no sólo no mejorará las cuentas, sino que probablemente las empeore, con las exigencias crematísticas de nacionalistas y separatistas vascos y catalanes.

María Jesús Montero calificó el jueves los presupuestos como los de “la recuperación justa”. Nada más lejos de la realidad, porque estas cuentas -podrían ser las últimas de la Legislatura, según mentideros políticos- benefician, y de aquella manera, el ahorro de los empleados de las grandes corporaciones. Por el contrario, castigan sin piedad el ahorro de autónomos, empleados de pymes y muy especialmente a los trabajadores del campo, como ha señalado este viernes el Consejo General de los Colegios de Mediadores de Seguros en un comunicado.

Hablamos de la rebaja del límite anual de aportación a planes de pensiones individuales -también a los del cónyuge-, que pasa de 2.000 (en 2019 era de 8.000) a 1.500 euros. A partir de esa cantidad, no se desgrava nada. Para compensarlo, el Gobierno ha aumentado en 500 euros el límite en los planes de empresa, hasta los 8.500 euros anuales.

Varios problemas: los planes de empresa tienen poca presencia en España comparado con otros países europeos, y lograr una mayor implantación requiere del diálogo social y la inclusión de los mismos en los convenios colectivos. Además, habría que esperar décadas hasta ver sus efectos.

Para que se hagan una idea, los planes de empresa -incluidos los vinculados a las administraciones públicas que, por cierto, llevan años congelados- acumulan un patrimonio de 37.000 millones de euros, frente a los 87.000 millones de los planes de pensiones individuales.

A todo esto, las cuentas públicas para 2022 podrían saltar por los aires si la inflación continúa escalando como hasta ahora. El pago de la deuda sería insostenible además de imposible. El Gobierno, por su parte, prevé que el IPC anual sea del 2 “y un poquito” por ciento. Ojalá acierte, porque el dato adelantado de septiembre (+4%) produce escalofríos.

Las pensiones, que se revalorizarán con el IPC, suponen más del 37% del gasto social de los presupuestos, que el Gobierno prevé, con su estimación de inflación, que alcance los 171.165 millones de euros, un 4,8% más que en 2021. La cosa es seria, aunque lo cuente ‘Marizú’.