El grupo español Puig cerró el ejercicio 2022 con un beneficio neto de 400 millones de euros, un 71% más que en 2021, y unos ingresos netos de 3.620 millones, lo que se traduce un incremento del 40%, por su lado, el resultado bruto de explotación (Ebitda) fue de 638 millones de euro, un crecimiento del 37% respecto all año anterior. Estos resultados suponen los mejores de su historia, en palabras del presidente y consejero delegado del grupo, Marc Puig: “Son unos resultados extraordinarios”.

Y es que la compañía ha pasado de una facturación de unos 2.000 millones antes de la pandemia a los cerca de 4.000 este año, por lo que el presidente se ha puesto como objetivo el crecimiento a doble dígito para este 2023, además se pone como meta llegar a 4.500 millones en 2025: “Estamos en muy buen camino para lograrlo. Revisaremos el objetivo cuando actualicemos nuestro plan trianual”.

Puig crece en todas sus líneas de negocio, en sus principales líneas, fragancias y moda, que generan el 74% de los ingresos, la facturación se incrementó un 40% hasta los 2.665 millones, destacando marcas como Paco Rabanne y Carolina Herrera, que están dentro del top 10 en perfumería mundial. Su buen hacer en perfumería, buque insignia de la casa, la compañía ha alcanzado una cuota global del 10% en perfumería de distribución selectiva: “Es un objetivo que nos marcamos hace 20 años y que por fin hemos conseguido”, ha reconocido Puig. 

Por mercados, EE UU sigue a la cabeza para el grupo, representando el 36% de toda la facturación. Asia supone 10% de las ventas y éstas subieron un 41% en el 2022, en China lo hicieron un 36%: “China es un país que está en nuestro top 10, pero la gestión del Covid ha provocado una paralización del crecimiento en los últimos dos años. Hemos de revisar el objetivo”. “Ahora que la pandemia es historia para ellos, somos optimistas”. El ejecutivo también ha puesto de relevancia su presencia en el país: “España representa ahora el 7% de las ventas, y hace 20 años era la mitad. Estar en Barcelona no ha frenado nuestro desarrollo internacional”.

En 2020, la crisis de la pandemia descompuso la actividad de la perfumera, Puig entró en pérdidas por primera vez en su historia, las ventas cayeron un 26%, pero consiguió remediarlo en solo un ejercicio, disparando sus ventas un 68% por encima de su etapa pre-Covid. Uno de los planes de la compañía se centraba en diversificar cartera, la pandemia provocó la caída de las ventas de perfumes por los confinamientos, así, Puig creaba a finales de 2020 su división de dermatología, productos que sí se vendieron pese a las restricciones, y se hacía con la marca especializada en cosmética Charlotte Tilbury, creando una división de maquillaje, la cual ha visto incrementadas sus ventas un 52% hasta los 626 millones. En dermocosmética, el aumento fue del 20%, hasta los 328 millones de ingresos.

"El tratamiento de la piel es la mayor categoría del sector a nivel mundial, y donde contamos con menor presencia. Tenemos aspiraciones ahí”, ha declarado Puig.

Durante 2022, Puig hizo tres adquisiciones, destacando la compra de la sueca Byredo, lo que ha hecho que su crecimiento inorgánico se vea afectado. “En los últimos 12 años hemos hecho 14 adquisiciones”, ha dicho Marc Puig, “Necesitamos un poco de tiempo para digerir las últimas compras. En este momento no estamos activos, pero las oportunidades surgen cuando surgen”.