PRISA ha publicado a última hora del día 31 de octubre de 2023 sus resultados a cierre del tercer trimestre de 2023. No queremos detenernos en la emisión de obligaciones convertibles por importe de 130 millones de euros que tanta bondad aportó al grupo cuando se llevó a cabo en el primer trimestre de 2023 y durante el resto del año 2023, el cual provocó una variación de su resultado desde cifras negativas a positivas. Ahora, a cierre del tercer trimestre el resultado ha vuelto a caer hasta la negatividad más absoluta como si de una depresión se tratase. El resultado neto durante los primeros nueve meses ha descendido en un 30,4% respecto al mismo período de 2022, pasando de los -28,2 millones de euros a los -36,7 millones de euros, de negativo a más negativo.

Antes de ahondar en el detalle de la cuenta de resultados, trataremos de manera breve la situación en bolsa. Hasta el 31 de octubre, muy malas noticias. Todo lo avanzado hasta el cierre del primer semestre de 2023, período en el cual la acción del grupo se situó en cifras próximas a 0,4 euros, se ha ido al traste. En la actualidad, la cotización de PRISA es de 0,34 euros por acción así que imagínense. Durante el último mes, ha caído en bolsa en un 6,28% hasta situarse en los 0,34 euros desde los 0,37 euros. Respecto al día de presentación de los resultados del grupo, su acción se ha mantenido constante intradía. Ya ven ustedes, el poder del Estado no siempre puede con todo, sino que se lo digan a PRISA que pese a todo el apoyo gubernamental que recibe, traspiés tras traspiés no sólo en los mercados sino también en sus cuentas. Vayamos con el análisis fundamental del grupo.

Los ingresos de explotación de PRISA, es decir aquellos que proceden de sus actividades recurrentes, han aumentado en un 15,5% respecto al mismo periodo de 2022, pasando de 587,3 millones a 678,4 millones de euros. La magnitud de los ingresos es tan abultada que ha incrementado sus ingresos incluso respecto a períodos prepandemia. Por otro lado, los gastos de explotación han aumentado en un 8%, demostrándose así el buen desempeño en la gestión, al aumentar en menores términos relativos los gastos que los ingresos.

La excelente capacidad de generar recursos se ha visto evidenciada a través de la evolución del Ebitda, que ha aumentado en un 75,3%, pasando de 69,1 millones a 121,2 millones de euros.

Finalmente, vayamos con el gran talón de Aquiles que tiene el grupo, su deuda bancaria. Si bien es cierto que el grupo la ha disminuido, pasando de los 1.101,7 millones de euros a 931 millones de euros, la misma sigue siendo muy elevada tal y como podemos ver. Ello sumado a la actual estructura alcista de tipos de interés está destruyendo el resultado del grupo, más en concreto los gastos financieros que la misma deuda genera. El total de gastos financieros durante los primeros nueve meses de 2023 ha sido de 64,4 millones de euros, un 29,6% más que los mismos a cierre del tercer trimestre de 2022. Además, el ajuste negativo en el valor razonable de su deuda recogido en otros resultados financieros ha descendido en igual comparativa en 36,8 millones de euros. Todo ello, ha provocado un decremento del resultado financiero del grupo entre períodos del 122,1%. Para ir terminando, no podemos olvidar que el grupo PRISA sigue quebrado, con un patrimonio neto negativo de 428,9 millones de euros a cierre del tercer trimestre de 2023.

Como breve conclusión sobre la cuenta de resultados del grupo PRISA, las principales magnitudes que componen la misma han evolucionado de manera positiva hasta llegar al resultado financiero que ha disminuido en un 122,1%. Esto ha provocado que el grupo haya tenido un resultado neto inferior en un 30,4% respecto a los primeros nueve meses de 2022. Y todo esto en una situación de quiebra técnica con un patrimonio negativo de 428,9 millones de euros a cierre del tercer trimestre de 2023.