El viernes 8 de marzo el Juez de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, archivaba el caso Banco Popular referente a la ampliación de 2012 (Ver documento adjunto). Una semana antes, su compañero de Audiencia, José Luis Calama se ensañaba con Ángel Ron y exoneraba a Emilio Saracho quien llegó al Popular para malvenderlo. En el escrito de replica de los Ron no se acusa a Calama de prevaricación pero casi.

¿Acaso es porque un caso hacía relación a la ampliación de capital de 2012 y el otro al de 2016, previa a la intervención de la JUR de 2017? No, porque los peritos del Banco de España, tanto en un caso como en el otro, concluyen que el Banco Popular estaba perfectamente dotado de provisiones, que era solvente y que la ampliación de capital había sido un éxito. Es más, los peritos del caso regido por Pedraz insisten en que la política de provisiones había mejorado en 2014, 2015 y 2016. Saracho llega a finales de 2016: ¿Es posible que en los tres últimos meses el equipo de Ángel Ron, convirtiera el banco más rentable y solvente de España en un banco quebrado? Parece complicado.

Pero lo más curioso es que diciendo los dos informes periciales lo mismo: el que Popular era solvente y que no había habido ni estafa, ni ocultación, ni déficit de provisiones, si, tal y como dice Pedraz, no encuentra indicio de delito, ¿por qué Calama, con un informe calcado entre sus manos decide justo lo contrario?

Desde luego, Jose Luis Calama no queda muy lucido. 

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