La economía española creció entre abril y junio un 0,5% en tasa intertrimestral (frente al 0,4% del primer trimestre), según los datos de Contabilidad Nacional publicados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Mientras que en tasa interanual, el PIB creció un 2,2% (frente al 4,2% del primer trimestre). 

Ayer, el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, volvió a presumir de lo bien que va la economía española. No repitió lo de que “va como una moto”, pero le faltó poco. En concreto, Sánchez destacó que España, con todas las “dificultades” y ante un contexto “complejo”, está sorteando la crisis inflacionaria internacional con “mejores resultados” que la mayoría de las grandes economías tanto de Europa como en el caso de las más avanzadas del resto del mundo. “Si España inspira hoy confianza, creo que es porque hemos hecho méritos de sobra para merecerlo”, presumió. 

Sin embargo, la presidenta de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), Cristina Herrero, dijo ayer sobre la economía española que hay "una gran incertidumbre" y "preocupación", ya que en 2024 se reanudan las reglas fiscales vigentes en la UE, de un 60% del PIB en deuda pública (en España está por encima del 110%) y un 3% del PIB en deficit público (en 2022, en el 4,81%). Herrero previó una desaceleración del crecimiento económico en España en la segunda mitad del año: "La desaceleración económica que anticipábamos antes del verano ahora parece que se va a producir con mayor intensidad y con mayor anticipación”. "Los indicadores y datos disponibles apuntan a una desaceleración del crecimiento económico para la segunda mitad del año que viene acompañado, además de cierta pérdida de dinamismo en lo que se refiere al mercado de trabajo”. 

Pero hay más datos que ponen en solfa el optimismo económico de Pedro Sánchez. Por ejemplo, que la economía española lidera el paro en toda la OCDE, con un 11,6% así como el desempleo juvenil, con un 27%. 

También, que desde que Sánchez ocupa la Moncloa los precios han subido un 15% y los alimentos cuestan un 40% más. 

O que la cuarta economía de la UE por tamaño del PIB sin embargo ocupa el 13º lugar en PIB per cápita. Y que la riqueza de los ciudadanos españoles está ahora a 4.200 euros de la media de la Unión Europea. 

O que los cinco años de Sanchismo han servido para que los españoles reduzcamos nuestro PIB per capita en cinco puntos respecto a la media de la Unión Europea. Por tanto, somos más pobres en términos relativos.  

Y además, hoy, el Banco de España ha destacado que, en el segundo trimestre de 2023, la capacidad de financiación de la economía española se situó en 42.000 millones (3% del PIB), superior a los 18.000 millones de un año antes (1,4% del PIB), lo que tampoco es bueno. Significa, que, en términos de contabilidad nacional, el mejor servicio de Estudios económicos del país recuerda que el déficit del Estado aumenta, mientras la caradura de Nadia Calviño asegura que el gobierno baraja adelantar el calendario de los objetivos de déficit público y deuda pública (claro, el calendario, del Gobierno, no el de la Unión Europea). Lo cierto es que el déficit público sigue en aumento y que Sánchez se ha quedado sin margen, tanto para subir impuestos -salvo que pretenda tener aún más parados- como para emitir más deuda, porque cada día se ve obligado a emitirla más cara.

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