El Tesoro Público ha colocado este jueves 6.303,68 millones de euros en una nueva subasta de bonos. La demanda ha superado los 11.600 millones de euros. Y no es de extrañar, pues los intereses no paran de subir, tal y como ha quedado demostrado hoy. 

Así, en la subasta del bono a tres años, ha adjudicado 2.587,65 millones de euros, y el interés marginal ha sido el 3,533%, por encima del 3,310% de la subasta previa.

En las obligaciones a 7 años (con vida residual de 4 años y cuatro meses), ha vendido 1.983,46 millones de euros, con una rentabilidad marginal del 3,426%, muy por encima del 2,937% de la emisión anterior.

Por último, en las obligaciones del Estado a 10 años (con vida residual de 8 años y 1 mes), ha subastado 1.732,57 millones, con un interés marginal del 3,591%, también mucho más elevado que el 2,723% de la subasta previa.

Pero, insistimos: el hecho de que se coloque deuda con tanta facilidad debido a los altos intereses ofrecidos no es un éxito sino todo lo contrario porque España tiene que pagar más para colocar su deuda, lo que no hace sino aumentarla. 

Esta misma mañana, la presidenta de la AIReF, Cristina Herrero, señalaba que la deuda pública en torno al 110% del PIB que tiene España sitúa a nuestro país “en una posición ciertamente vulnerable”.

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