Vaya por delante que el objetivo de Orange Bank, propiedad cien por cien de Orange, no es tanto competir en el sector financiero como ofrecer un servicio adicional a los clientes de la operadora, tal y como afirmó el CEO de Orange España, Jean-François Fallacer a finales de octubre, durante la presentación de resultados de la operadora. Por eso, de momento Orange Bank solo está disponible para los usuarios que tienen una línea móvil de Orange.

Sea como fuere, y tras dos años en España, el banco ha superado los 135.000 clientes y los 175 millones de euros en depósitos, y ha alcanzado los 2,4 millones de terminales financiados por valor de 613 millones de euros. Cerrará el presente ejercicio con 22 o 23 millones de ingresos, un 50% más que en 2020 y prevé alcanzar los 35 millones en 2023, un 52% más.

A pesar de este crecimiento, Orange Bank todavía no es rentable, aunque prevé alcanzar este hito durante algún mes de 2022, ha confirmado este lunes el director general de la entidad, Narciso Perales, durante un encuentro con la prensa. ¿Alcanzar beneficios en 2023? “No me atrevo a confirmarlo”, ha respondido.

En cualquier caso, y a pesar de los planes de crecimiento para 2022, el banco no prevé aumentar la plantilla, actualmente integrada por 110 empleados. “Es suficiente”, ha afirmado Perales.

La actividad principal de Orange Bank es la financiación de terminales. De hecho, en sólo dos años se ha convertido en “una de las principales empresas de financiación en punto de venta de España, con un balance (vivo) de más de 430 millones de euros”, según el comunicado de la compañía. Y la financiación de móviles supone, además, una mayor fidelidad de los clientes, al menos durante el periodo de financiación.

La cuenta Orange Bank, con una remuneración del 0,5% TAE (comenzó en el 1%), otro de los reclamos de la entidad, duplicará el saldo máximo remunerado hasta los 40.000 euros a partir del 1 de diciembre.