Un día movido en energía este jueves. El grupo denominado OPEP+ -es decir, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados (grupo en el que se incluyen países como Rusia, México o Kazajistán, entre otros)- han decidido elevar un 50% la producción de petróleo a partir de julio. Mientras, en la Unión Europea se aprueba el sexto paquete de sanciones a Rusia -que incluye el embargo europeo al crudo ruso que llega por mar-.

El grupo OPEP+ ha acordado que aumentará la producción de crudo a 648.000 barriles diarios a partir de julio, pasando a un total de 43,206 millones, y de nuevo serán Arabia Saudí y Rusia los países que asumirán el mayor nivel de producción (10,833 millones de barriles diarios). Esto supone un notable incremento respecto a la decisión que se tomó en la reunión celebrada a principios de mayo, cuando se acordó elevar la producción de crudo a 432.000 barriles diarios a partir de junio, alcanzando los 42,558 millones. El aumento acordado en la reunión de este jueves se debe a las presiones de algunos países consumidores para que se reduzca el precio y el impacto sobre la demanda en la reapertura de algunos de los principales centros económicos mundiales tras los recientes confinamientos (por ejemplo, Shanghái). Conviene recordar que la cotización del barril de Brent -de referencia en Europa- cerró el pasado 31 de mayo en casi 123 dólares, pero ha empezado junio notablemente por debajo de esta cifra: el miércoles 1 cerró cerca de los 116 dólares y este jueves 2 se mueve en torno a los 117 dólares. El grupo OPEP+ se reunirá de nuevo el próximo 30 de junio.

Aumentará la producción de crudo a 648.000 barriles diarios a partir de julio, pasando a un total de 43,206 millones, y de nuevo serán Arabia Saudí y Rusia los países que asumirán el mayor nivel de producción (10,833 millones de barriles diarios)

Paralelamente, días después del Consejo Europeo extraordinario, ahora han sido los embajadores de los 27 Estados miembros los que han aprobado el sexto paquete de sanciones a Rusia -que incluye el embargo al crudo ruso que llega por mar. Y de nuevo, Hungría ha vuelto a salirse con la suya: si hace unos días logró que el embargo europeo no incluyera el crudo que llega vía oleoducto, dado que perjudicaría su garantía de suministro, ahora ha logrado que el patriarca Kyrill no estuviera incluido en las sanciones. Ahora sólo falta que se publique en el Diario Oficial de la UE para que entre en vigor. Y por cierto, desde Rusia ya hubo reacción: el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, señaló que esas “sanciones, desde luego, afectarán a todo el continente: a los europeos y a nosotros, y a todo el mercado energético mundial” y que el país ya está buscando redirigir a mercados alternativos los volúmenes de petróleo que se verán afectados por el embargo europeo. 

Y de Europa, ahora centramos la lupa en España, cuando se cumplen cuatro años de la desastrosa llegada del Sanchismo a La Moncloa. Ahora se ha anunciado la extensión de la bonificación de los combustibles hasta el 30 de septiembre para toda la población… mientras la gasolina ha alcanzado un nuevo récord de precio. El pasado miércoles 1, el propio Pedro Sánchez, anunció que el plan de choque contra las consecuencias de la guerra en Ucrania, que incluye entre otras medidas la bonificación de los combustibles, se extenderá tres meses, del 30 de junio al 30 de septiembre. Esto también originó divergencias en el Gobierno de coalición, pues el ministro de Consumo, el comunista Alberto Garzón, abrió la puerta a que dicha extensión se hiciera en función de la renta.

Sin embargo, este jueves, la titular de Hacienda y Función Pública, María Jesús (Marisu) Montero, ha defendido que la rebaja de la electricidad y la bonificación de los combustibles beneficien a toda la población, sin aplicar criterios de renta: “Parece conveniente que la clase media, que es la que proporcionalmente más impuestos paga, también se beneficie de la bajada de la electricidad y de la bonificación del combustible”. Y por cierto, la extensión no vendrá mal porque la gasolina ha alcanzado un nuevo récord de precio (y ya lleva cuatro), situándose en 1,968 euros por litro, algo en lo que no sólo influye el embargo europeo al crudo ruso, sino la subida del precio del dólar (el petróleo se vende y se compra en la divisa estadounidense) y el hecho de que falta gasolina en el mercado (y a menos oferta, pero igual o más demanda, más precio); mientras el diésel se ha abaratado ligeramente.