La Inspección de Trabajo asesta un nuevo golpe a Glovo, obligándola a convertir en personal laboral a 3.060 repartidores que tenía como falsos autónomos de Glovo en Andalucía. A raíz, de una denuncia de CCOO Andalucía en febrero de 2020, la Inspección de Trabajo ha tomado cartas en el asunto y ha resuelto que esos trabajadores actuaban como autónomos sin serlo.

En enero Glovo ya fue sancionada por la inspección de Trabajo con una multa de 56,7millones de euros por tener a falsos autónomos y trabajadores extranjeros sin papeles entre su 'plantilla'. Mes negro para la empresa española, ya que también fue condenada a devolver casi 400.000 euros a la Seguridad Social al perder un macrojuicio por 329 repartidores que actuaban como falsos autónomos. Además en septiembre Glovo ya fue sancionada a convertir en asalariados a los 10.600 autónomos que trabajan para ella, además de pagar una multa de 79 millones de euros.

Un nuevo golpe para Glovo, aunque no debemos olvidar que mientras Yolandísima presumía de ley “histórica”, los riders se manifestaban, precisamente, contra la norma porque no querían dejar de ser autónomos: quieren ganar más dinero ahora, no más protección social para mañana. Quieren trabajar y ya se preocuparán de la jubilación cuando sean mayores. En definitiva, la solución no es obligar a las empresas a contratarlos, sino rebajar las cuotas sociales, las más altas de Europa y que estrangulan el mercado laboral de nuestro país.

Esta decisión de Inspección de Trabajo llega en un difícil momento para las empresas de reparto de comida a domicilio. Desde Hispanidad nos hemos preguntado en numerosas ocasiones si el reparto de comida es un buen negocio o no a la vista de las cifras y decisiones de algunas de sus destacadas empresas. Y es que DeliverooGlovoDelivery HeroJust Eat y Uber Eats aún no han encontrado la fórmula de la rentabilidad.

Si en febrero Deliveroo anunció que despedirá al 9% de la plantilla, unos 350 empleados ya que necesitaba reducir los costes, unos días después, Glovo y Delivery Hero registraron pérdidas de 623,6 millones, lo que hizo que tomaran la misma salida que Deliveroo y que las tecnológicas: despidos. A lo que hay que sumar que Just Eat perdió 5.667 millones en 2022, una cifra más de cinco veces superior a los 'números rojos' de 1.044 millones contabilizados en el ejercicio anterior.