Morgan Stanley ganó 15.034 millones de dólares en 2021 (unos 13.250 millones de euros), un 37% más que en 2020, según las cuentas presentadas este miércoles por la entidad. Los ingresos aumentaron un 23% y alcanzaron los 59.755 millones de dólares (en euros, unos 52.666 millones).

Todos los negocios funcionaron a las mil maravillas, menos la actividad de operativa bursátil, cuya facturación cayó un 8% respecto al año anterior y no superó los 12.810 millones de dólares (unos 11.300 millones de euros).

Fue la única excepción. Los intereses netos crecieron un 27%, hasta los 8.045 millones de dólares y el negocio de gestión de activos facturó un 40% más, hasta los 19.967 millones de dólares. Especial fue el repunte de la banca de inversión, negocio que ingresó un 43% más, hasta los 10.994 millones de dólares (unos 9.700 millones de euros).

En el apartado de gastos, la entidad registró 24.268 millones como remuneración de los empleados, un 18% más que el año anterior, y 15.455 millones como gastos operativos, un 21% más. Morgan Stanley presentó una rentabilidad (ROE) del 15%, 2,9 puntos más que en 2020, y un ratio de capital CET1 del 16% en el cuarto trimestre, 1,4 puntos menos que un año antes.

A la vista de estos resultados podemos afirmar que la banca de inversión se ha forrado durante la pandemia, justo lo contrario que la banca doméstica, que tuvo que destinar miles de millones a dotaciones para cubrir futuros impagos.