
El beneficio neto de Laboral Kutxa durante el primer semestre del año fue de 145,5 millones de euros, un 8,28% superior al del mismo periodo de 2024, según comunicó este lunes la entidad financiera, que destacó el impulso del negocio de hipotecas y de los créditos a empresas.
Pero lo cierto es que el negocio puramente bancario se resintió de las sucesivas bajadas de tipos de interés por parte del BCE. Así, el margen de intereses se redujo un 9,5%, hasta los 295,4 millones de euros y el aumento de las comisiones (2,2%, hasta los 69,6 millones) no fue suficiente para evitar la caída del 7,2% del margen básico. El margen bruto también se resintió y se redujo un 6,6%, hasta los 365 millones de euros.
Cayeron, pues, los principales márgenes de la cuenta de resultados y, sin embargo, aumentaron un 11,3% los gastos y amortizaciones, hasta alcanzar los 164,8 millones. Menos mal, y esta es una de las claves del semestre, que las dotaciones, saneamientos y deterioros disminuyeron un 14,1%, hasta los 29,8 millones de euros.
A pesar de estos resultados, Laboral Kutxa sigue siendo uno de los pilares del grupo Mondragon, tras Eroski.









