Edad: 33 años. Su primera inversión fue la compra de un ternero que su abuelo le vendió por 60.000 pesetas cuando tenía 11 años. Desde 2013 gestiona el patrimonio familiar que, en estos ocho años, se ha revalorizado un 300%. Emerito Quintana asegura que su intención no era ni mucho menos triplicarlo.

Pero con intención o no de pulverizar previsiones, lo cierto es que Numantia Patrimonio Global, denominado así desde 2017, está entre los 10 mejores fondos españoles de los últimos tres años... “años que han sido muy buenos, pero siempre insisto en que el secreto para una relación duradera con un partícipe es igual que el de un matrimonio duradero: comunicación y bajas expectativas”.

Se trata de un fondo mixto “para tener la máxima libertad posible” que invierte en empresas de todo el mundo... “no tengo limitaciones geográficas y por eso un porcentaje importante del fondo está en Estados Unidos y Canadá, también en China, en concreto un 10%”, nos explica Quintana que tiene en su cartera compañías como Ryman Healthcare, “villas para la tercera edad en Nueva Zelanda”, y que atribuye a Tesla, Facebook, Brookfield, Amazon, XPO Logistics o MicroStrategy, entre otras compañías, que la revalorización del fondo se haya catapultado.

Esta última, MicroStrategy, que ocupa las primeras posiciones de la cartera, es una empresa con la tesorería en bitcoin que ayuda a Quintana a conciliar mejor el sueño. “Duermo mucho más tranquilo con bitcoins en la cartera y MicroStrategy es nuestra forma de estar expuestos indirectamente a esta criptomoneda”.

Y es que, para este jovencísimo asesor santanderino, el bitcoin aporta certidumbre a un mundo incierto.

 

 -¿Me puede decir su edad?

33 años.

-Entonces, si empezó a gestionar el patrimonio familiar, (como me cuentan), en 2013, tenía 25 años, edad en la que muchos jóvenes están buscando empleo.

Sí, surgió de esa manera. Terminé de estudiar la Ingeniería en la Universidad de Cantabria y descubrí lo que realmente me apasiona, que es el mundo empresarial, entender y valorar negocios, así que seguí formándome. Leía todo lo que podía sobre empresas y sobre el mundo de la inversión, y fui a Madrid a sacar el título de Asesor Financiero Europeo y a hacer el Máster de Economía. En 2013 mis padres vendieron un inmueble en Cantabria y junto con más familiares y amigos confiaron en mí para administrarlo, pero seguro que no fue fácil confiar en mí hace 8 años.

-Además, en estos ocho años, tengo entendido que el patrimonio familiar se ha revalorizado casi un 300%. ¿Cómo lo ha hecho?

Si tenemos en cuenta la rentabilidad de la sociedad familiar desde 2013 hasta 2017 y la rentabilidad del fondo de inversión desde entonces, sí, hemos triplicado ese patrimonio de 2013 en 8 años. ¿Cómo? Pues en realidad sin tener ese objetivo de triplicarlo, más bien tratando de no perderlo.

Desde un principio me centré en empresas de calidad que entendiese bien y que estuvieran infravaloradas, y aunque era poco dinero nos centrábamos en empresas grandes, con posiciones en empresas como Apple, Berkshire Hathaway, Disney, Union Pacific, Nestlé, XPO Logistics y Zoetis.

La inflación ha sido una de mis principales preocupaciones desde 2013

-Dígame, ¿cuál es su trayectoria profesional?

Donde más he trabajado es en Madrid, 5 años como Subdirector de inversiones de España SA, una empresa de seguro de vida clásico. Aprendí muchísimo, y la filosofía no podía ser más conservadora y largoplacista.

Había que buscar inversiones para no vender nunca, horizonte temporal a perpetuidad, garantizando a miles de familias su jubilación para dentro de 20 o 25 años, manteniendo un margen de solvencia muy holgado para poder pagar siempre, en cualquier entorno económico, década tras década. Encajaba a la perfección con mi filosofía, me valoraban mucho en la empresa, y estoy muy agradecido de todo lo que aprendí esos años.

-¿Hay alguien en su familia que se haya dedicado al mundo financiero?

Que yo recuerde no, pero sí al mundo empresarial, que es el enfoque que yo le doy a la inversión. Mis dos abuelos tenían negocios familiares en Cantabria y crecer en este ambiente también te marca.

-Han pasado por esta ronda de entrevistas, gestores, asesores de fondos que empezaron a invertir con 13 años. ¿Usted ha sido tan precoz?

Siempre cuento como anécdota que en realidad mi primera inversión fue con 11 años, cuando mi abuelo me vendió un ternero por 60.000 pesetas. Creo que lo hizo con la idea de empezar a enseñarme sobre los negocios, siempre lo recuerdo con cariño. Luego con 14 o 15 años empecé a comprar acciones en la bolsa española, creo que empezamos con 3.000 euros en Metrovacesa, pero sin el criterio y los conocimientos de ahora, claro.

-¿Cómo nace Numantia Patrimonio Global?

Pues en realidad nace gracias a otro asesor de fondos, Miguel de Juan. La sociedad familiar iba bien, pero era un lío cada vez que alguien quería aportar más o retirar su inversión, pues había que hacer modificaciones en la Notaría y en Hacienda, y fiscalmente tampoco era lo ideal. Miguel me consiguió una reunión con Renta 4, les gustó el enfoque y la filosofía, y nació Numantia el 2 de julio de 2017.

-¿Es lo que se denomina un ‘fondo flexible’?

Sí, lo creamos como mixto flexible para tener la máxima libertad posible, no por obligarnos a tener siempre algo de renta fija y algo de renta variable. El fondo está claramente sesgado a la renta variable, a ser dueños de negocios cotizados a largo plazo, pero si en el futuro aparecen oportunidades de renta fija o no hay negocios que nos gusten a precios interesantes quiero tener la flexibilidad de bajar el porcentaje de renta variable, que no haya un mínimo legal si no es lo que considero adecuado.

-Numantia Patrimonio Global, está entre los 10 mejores fondos españoles de los últimos tres años. ¿En qué empresas invierte?

Sí, los últimos 3 años han sido muy buenos, pero siempre insisto en que el secreto para una relación duradera con un partícipe es igual que el de un matrimonio duradero: comunicación y bajas expectativas. No es razonable pensar que durante 20 años se va a conseguir un 20% anual como estos 3 últimos años cuando lo que estoy buscando son empresas de calidad y tesis conservadoras en las que descuento al 8-12% anual.

Al final el objetivo siempre es el mismo: preservar y hacer crecer el patrimonio familiar y el del resto de partícipes seleccionando y vigilando un pequeño grupo de unas 30 empresas, y las 10 primeras empresas suelen ser medio fondo.

La distribución geográfica es el resultado de la búsqueda de buenas empresas a buenos precios 

El resto es repasar la filosofía y explicar en las cartas las empresas que tenemos y por qué. El tipo de empresas para conseguirlo son las que tienen ventajas competitivas duraderas o las están creando, buenas culturas corporativas y valoraciones razonables. Antes era más fácil invertir en empresas de calidad obvias cono Nestlé, pero en este entorno de disrupción y tipos bajos es más difícil encontrar inversiones que perduren y ofrezcan una rentabilidad atractiva, hay que hacer más trabajo de análisis y encontrar ideas menos obvias en las que rente la paciencia.

-¿Cuáles son las que han catapultado su revalorización?

Estos años han ayudado las inversiones en Tesla, Facebook, Brookfield, Amazon, XPO Logistics o MicroStrategy, pero por el camino muchas empresas y revalorizaciones han aportado su granito de arena. En un fondo de inversión no se aprovechan bien las fuertes revalorizaciones de una sola empresa.

Si Tesla se multiplica por 10 en un año no lo aprovechas, tienes que vender para cumplir con los límites de diversificación. Importa más que la cartera en su conjunto vaya creando valor más o menos al unísono, y no cometer errores graves en las primeras posiciones.

-Tengo entendido que busca empresas en todo el mundo. Por ejemplo, en Twitter hablaba hace unos días de Trustpower Limited, que creo está en Nueva Zelanda…

Sí, el fondo es global y no tengo limitaciones geográficas. A la gente le suele sorprender que no tengamos ninguna empresa española, pues siempre hay mucho sesgo nacional, pero hemos tenido empresas españolas y hay varias que siempre están vigiladas. Esa empresa, Trustpower, tiene presas hidroeléctricas en Nueva Zelanda y es una infraestructura interesante, pero de momento no hemos invertido. Tenemos Ryman Healthcare, que son villas para la tercera edad en Nueva Zelanda, mucho porcentaje del fondo en Estados Unidos y Canadá, un 10% en China, y hemos tenido inversiones de lo más variopintas desde el punto de vista geográfico, desde infraestructuras en Rumanía hasta McDonald’s en México o Barricas de roble para envejecer vino en Francia.

La distribución geográfica es el resultado de la búsqueda de buenas empresas a buenos precios, pero no hay ningún objetivo.

Emérito

-¿Qué le pide a una empresa para que pueda formar parte de su cartera?

Lo principal es que entienda el modelo de negocio, desde la propuesta de valor de una simple transacción. Eso ya filtra una gran cantidad de empresas, no me veo entendiendo una empresa biotecnológica joven por ejemplo. Después tiene que tener algún tipo de ventaja competitiva duradera que junto con la cultura de la empresa le permita sobrevivir y prosperar.

También me fijo mucho en las personas, en quiénes son los dueños, los directivos, y qué les motiva; si son fundadores tienen puntos extra. Y por último que tenga sentido la valoración después de hacer estimaciones conservadoras sobre el futuro, que lógicamente son siempre subjetivas y son rangos amplios. Si la contabilidad no es representativa de la realidad del negocio y la tesis de inversión requiere una dosis extra de paciencia me gusta más.

-Le acabo de leer, en otro medio de comunicación, y decia: “si quieres rentabilidades potentes, necesitas entrar en empresas y sectores polémicos”. ¿Por ejemplo?

Bueno, tampoco creo que toda la cartera tenga que ser así. Al final, el núcleo de la cartera son empresas aburridas de infraestructuras, inmuebles, royalties, aseguradoras, o negocios digitales más que conocidos y reconocidos, pero siempre hay en cartera alguna posición polémica que es la que suele monopolizar el debate y llevarse toda la atención, como en su día fue Facebook, o los escándalos de Bayer o JD.com, y más recientemente Tesla o MicroStrategy. A veces hay tesis que incomodan a los partícipes, pero si los deberes están bien hechos y creo que es lo correcto, invertimos. Me gusta tener la libertad y la independencia para hacerlo.

Me fijo mucho en las personas, en los directivos de las empresas, y, si son fundadores, tienen puntos extra

-¿Alguna que le haya sorprendido para bien en este último año y medio?

Me sorprendió la rápida revalorización de Tesla, el mercado comienza a reconocer que es un negocio viable, con crecimiento duradero por delante, y también comienza a asignar una probabilidad a la evolución favorable del software de conducción autónoma, aunque yo creo que la probabilidad y su impacto son mayores que lo que el mercado descuenta.

A nivel del negocio, al margen de la cotización, me sorprendió para bien la buena gestión de los directivos de Facebook a nivel estratégico.

-Y ¿para mal?

Me sorprendió para mal el rápido empeoramiento del negocio de Rolls-Royce Holdings, acompañado por su cotización, pero en una pandemia como la que vivimos poco se podía hacer si las horas de vuelo y los pedidos caen en picado. A nivel estratégico me confundieron los cambios de rumbo de Just Eat Takeaway.

-¿Le ha cambiado la pandemia, de alguna manera, su filosofía de inversión?

No creo que haya cambiado la filosofía, pero obviamente ha cambiado el mundo, y hay que actuar en consecuencia. La pandemia ha acelerado procesos que ya estaban en marcha, como la digitalización de la economía, y la reapertura ha creado interesantes cuellos de botella y desafíos para las cadenas de suministro. Habrá que saber determinar qué comportamientos se han modificado de forma permanente, y qué cambios son pasajeros.

-Escribía esto, recientemente, en su cuenta de Twitter. “Si te estresan los cambios de precio de un activo, tienes demasiada exposición en relación a tu convicción. Uno puede dormir tranquilo con un 100% en una empresa, y a otro le altera tener un 5%. Si te incomoda, vende o aprende más, ajusta el ratio peso/convicción”. ¿Qué es para usted la convicción?

La convicción es un aspecto al que doy mucha importancia, y es de los que más influye a la hora de asignar pesos en la cartera a cada empresa junto con la certidumbre y la rentabilidad esperada. A mayor convicción, mayor porcentaje en el fondo. Además, es algo que no se puede copiar; las carteras de los fondos son públicas, es bueno que no sean una caja negra, se pueden copiar con facilidad, pero si una posición copiada sube un 50% o baja un 50% no vas a saber qué hacer si no tienes convicción.

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Ganar convicción lleva tiempo, debes tener claras las fortalezas y debilidades del negocio, haber visto a los directivos afrontar diferentes situaciones complicadas para ver su reacción, comprobar cómo la competencia fracasa, ver consistencia en el mensaje y en la estrategia de largo plazo, y tener un rango de valoración razonable bien justificado.

 La convicción es ese nivel de confianza que vas adquiriendo haciendo los deberes, escuchando las conference call trimestrales, y observando la evolución del negocio y del sector, matizando y afianzando cada parte de la tesis de inversión.

Así, si XPO Logistics cae un 50% porque atacan a la empresa con un informe bajista, lo lees con calma, detectas fácilmente los errores, e inviertes medio millón de euros más con ecuanimidad, aprovechando el pánico.

De igual forma, si Tesla sube un 100% y te dicen en febrero de 2020: “Vale, tuviste razón y te salió bien, pero véndelo todo ya porque esto es una locura”, con convicción en el futuro de la empresa mantienes la calma y ves un +500% adicional.

-¿Quiénes son los mejores inversores del mundo?

Muy difícil de saber, cada inversor tiene un conocimiento sobre una pequeña área del mercado, y cada uno tiene su estilo, así que es muy subjetivo. No serviría buscar las mayores rentabilidades porque se pueden conseguir con suerte, apalancamiento o mucho riesgo.

Me sorprendió la rápida revalorización de Tesla

Personalmente lo que más me impresiona son las rentabilidades consistentes y duraderas, pues son la prueba del algodón de que el inversor es apasionadamente curioso y humilde, que década tras década sigue aprendiendo sobre nuevos modelos de negocio, descartando ideas preconcebidas y adaptándose. Pero también hay inversores jóvenes con poca historia que me impresiona el olfato que tienen y lo que trabajan las tesis de inversión.

Admiro a inversores como Pat Dorsey, Ron Baron, Clifford Sosin, Terry Smith o Rob Vinall.

-Usted ha dicho que el Bitcoin aporta certidumbre a un mundo incierto ¿por qué?

Reconozco que Bitcoin es un protocolo muy difícil de comprender y que requiere un enfoque multidisciplinar. Está claro que en este proceso de descubrimiento y monetización el precio es muy volátil, pero aún así duermo mucho más tranquilo con Bitcoin en cartera que si no lo tuviéramos. No sólo aporta tranquilidad como un seguro que puede proteger ante algunos escenarios, sino que el protocolo ofrece certidumbre porque pase lo que pase y le pese a quien le pese, el siguiente bloque de la cadena llegará, y el siguiente, y el siguiente, liquidando transacciones como un reloj, funcionando día y noche.

Si uno lo enfoca desde un punto de vista histórico, en el que una necesidad básica del ser humano ha sido la preservación y transferencia de riqueza de generación en generación, y observa que Bitcoin resuelve los principales problemas históricos de seguridad, confianza y costes de preservación, la propuesta de valor a largo plazo queda clara.

-En las primeras posiciones de su cartera está MicroStrategy, una empresa con la tesorería en bitcoin. ¿Por qué le gusta esta empresa?

Es nuestra forma de estar expuestos indirectamente a Bitcoin. Me sorprendió lo rápido que su CEO Michael Saylor comprendió en profundidad Bitcoin y su compromiso para invertir a muy largo plazo. Podríamos tener Bitcoin más directamente con un ETP, pero MicroStrategy tiene un negocio de software cuya caja libre sirve para comprar más Bitcoin, y tienen flexibilidad para emitir deuda o ampliar capital cuando consideren para maximizar los Bitcoin por acción. Actualmente Numantia tiene una exposición indirecta a 45 Bitcoin.

-¿Hasta qué punto le preocupa la inflación?

Ha sido una de mis principales preocupaciones desde 2013, por eso mi familia y yo mismo nos deshicimos de nuestros euros para intercambiarlos por empresas. El fondo está bastante sesgado a la protección contra la inflación, no tenemos renta fija a estos precios, y podemos ver en cartera empresas con inmuebles y terrenos aún por desarrollar, infraestructuras duraderas, royalties, empresas digitales con pocos gastos fijos y alta facturación por empleado,  empresas con poder para subir sus precios sin perder clientes, y últimamente estoy revisando bosques y tierras cultivables.

La convicción es un aspecto al que doy mucha importancia y de los que más influye a la hora de asignar pesos en la cartera 

-¿Qué es lo que más le inquieta macroeconómicamente hablando?

Me inquietan los experimentos de los bancos centrales, la concentración del poder político, la rigidez de las regulaciones y el hiperendeudamiento de los Estados. El exceso de crédito barato mal asignado es lo que provoca las crisis futuras, y las rigideces regulatorias impiden que esos excesos se corrijan rápidamente en las crisis. Mejor no emborracharse, pero si la resaca es inevitable y dolorosa, que pase lo más rápido posible.

-He leído en algún sitio que, la marcha de Merkel y el tapering que han anunciado los bancos centrales van a lastrar la recuperación ¿qué opina?

Opino que los políticos y los bancos centrales no pueden solucionar problemas, sólo pueden crearlos graves o leves. Un pequeño jarro de agua fría monetario en Europa, con subidas de tipos de interés, sería bueno a largo plazo para evitar el riesgo de japonización definitiva, el riesgo de que el borracho se convierta en zombie. La influencia alemana del Banco Central Europa parecía hace años que impondría algo de disciplina, obligando a los Estados a hacer reformas, pero parece que ese camino lo abandonamos hace tiempo. La única salida del elevado endeudamiento de algunos países europeos, además de la inflación, parece el aumento de los impuestos, que ya estamos sufriendo en España y que tan dañino es para la sociedad.

-Y…además de ‘investigar’ empresas ¿qué más le gusta a hacer a Emérito Quintana?

Me gusta tocar el piano, hacer ejercicio, y cualquier cosa que me ayude a relajarme y desconectar, pues es mucha responsabilidad, y la preocupación puede pasar factura si no se sabe relativizar. Pero estoy muy contento trabajando en lo que me apasiona y me gustaría seguir protegiendo y haciendo crecer el patrimonio de los que confían en mí, haciendo su vida un poco más fácil, durante muchos años más.