Este miércoles, se ha celebrado la Junta General Extraordinaria de Accionistas de Siemens Gamesa y los alemanes de Siemens Energy se han salido con la suya: logrando la aprobación de la exclusión de bolsa, tras 22 años cotizando. Recuerden que esta última lanzó una opa sobre la primera y ya controla el 92,72% del capital, aunque persigue llegar al 100%. Y en este proceso, los alemanes han seguido maltratando a los minoritarios, pues si deciden vender será al mismo precio de la opa (18,05 euros por acción)... y corriendo con los gastos, y ahora además entran en la cuenta atrás para hacerlo, porque la orden sostenida de compra de acciones acabará el próximo 7 de febrero.

El fabricante de aerogeneradores ya ha solicitado a la CNMV la exclusión de bolsa y si esta finalmente se permite, llegarán cambios en los Estatutos Sociales y en el Reglamento de la Junta de Accionistas. Asimismo, se derogará y dejará sin efecto la Política de Remuneraciones de los consejeros que está actualmente en vigor y sólo habrá tres consejeros: el presidente no ejecutivo, que a su vez es presidente y CEO de Siemens Energy, Christian Bruch; el CEO de Siemens Gamesa, Jochen Eickholt; y Anton Steiger.

Christian Bruch considera que la integración entre Siemens y Gamesa “se quedó corta, con una estructura demasiado compleja que no se ha optimizado desde 2017”, y el programa Mistral, que “va a simplificar la organización” (incluyendo ajustes de empleos en todo el mundo, y también en España), le dará “un crecimiento sostenible y rentable”

En la citada Junta, se han hecho efectivas las dimisiones presentadas el pasado 20 de diciembre de los consejeros: Rudolf Krämmer, Mariel von Schumann, Gloria Hernández, Harald von Heynitz, Maria Ferraro y Francisco Belil. Sólo se quedará dentro del fabricante de aerogeneradores André Clark y lo hará asumiendo “ciertas funciones ejecutivas” de los negocios en Hispanoamérica.

Ante los accionistas, Bruch ha referido que están en un “momento crucial” en la compañía y desea éxito, considerando que la exclusión de bolsa “proporcionará a Siemens Gamesa un mayor apoyo para resolver sus dificultades económicas”. Estas se han reflejado en pérdidas continuadas y rebajas de provisiones por varias causas: un contexto macroeconómico y geopolítico complejo, problemas en la cadena de suministro, nuevas oleadas del Covid, retrasos en la ejecución de proyectos, dificultades para lanzar la plataforma 5.X, menor fabricación, inflación de los precios de materias primas y logística, fallos en turbinas instaladas...). En su opinión, una vez que esas dificultades se hayan resuelto, el futuro de la compañía “es prometedor, al igual que el de la energía eólica en su conjunto”, pues se espera que la capacidad de la generación eólica mundial llegará a casi duplicarse hasta 2027. Además, ha subrayado que a su juicio, la integración entre Siemens y Gamesa “se quedó corta, con una estructura demasiado compleja que no se ha optimizado desde 2017”, y el programa Mistral, que “va a simplificar la organización” (incluyendo ajustes de empleos en todo el mundo, y también en España), le dará “un crecimiento sostenible y rentable”. Veremos.