José Arnau, el hombre de confianza de Amancio Ortega y de su segunda esposa, Flora Pérez, ahora se lanza a por naves logísticas también en Europa. Se trata de la primera incursión de este tipo en el viejo continente, tras haberlo hecho en EEUU.

A sus 67 años, este licenciado en Derecho e Inspector de Hacienda del Estado, no sólo es el hombre de confianza del fundador y principal accionista de Inditex, sino mucho más: de hecho, es vicepresidente ejecutivo de Pontegadea, su brazo inversor; y de la Fundación Amancio Ortega. También es vicepresidente del líder mundial del textil, donde desde hace más de un año guarda las espaldas de Marta Ortega al frente de la presidencia no ejecutiva, y la cosa va bastante bien con ella y con Óscar García Maceiras como CEO, tanto en resultados como en cotización y capitalización bursátil, con varios récords incluidos.

Pontegadea tuvo un gran 2021, al aprovechar su diversificación: a las inversiones en activos inmobiliarios y naves logísticas, se suman las participaciones en Telxius y en el sector energético (Enagás, Redeia, REN, el parque eólico Delta, Enagás Renovable...)

El lucense Arnau siempre se ha caracterizado por ser muy restrictivo y selectivo con las inversiones de Pontegadea, que sobre todo iban a parar a inmuebles de alto standing. Así, Pontegadea es hoy la mayor inmobiliaria española y cuenta con una cartera de activos formada sobre todo por edificios de oficinas, no residenciales, que están situados en grandes ciudades de varios países (España, Reino Unido, EEUU, Irlanda, Corea del Sur, entre otros). A estos edificios, se suma la entrada en el sector de las naves logísticas, primero en EEUU, y ahora, por primera vez, en Europa, con la compra de una nave logística de 103.000 metros cuadrados en Venlo (Países Bajos) por 105 millones de euros. Y Amancio Ortega tiene dinero para una inversión de este tipo y otras muchas, pues ingresó 1.108,5 millones el pasado 2 de mayo en concepto del primer dividendo a cuenta del presente ejercicio fiscal de Inditex, al que se sumará otra partida por el mismo importe dentro de unos meses; en total 2.217 millones vía dividendos, frente a los 1.718 millones del ejercicio 2022.

Asimismo, conviene recordar que Pontegadea tuvo un gran 2021, al aprovechar su diversificación: duplicó beneficio gracias a Inditex, que aporta el 66% de los ingresos. A la inversión en activos inmobiliarios y también naves logísticas, se suman las inversiones en energía, con las que Amancio Ortega intenta sacarse la espina que tenía clavada desde hace años: en 2005, el Banco Santander intentó vender su participación del 22% en Unión Fenosa a un grupo de cajas y de empresarios gallegos, pero al final les dejó plantados y se la vendió a Florentino Pérez, o sea, a ACS (este último la vendió años después a Gas Natural, pasando a llamarse Gas Natural Fenosa y más tarde, Naturgy). Ahora el empresario leonés y fundador de Inditex controla el 30% de Telxius, donde entró en 2018 con un 9,9%, al unirse a Telefónica para comprar al fondo KKR el 40% que tenía de esta filial de infraestructuras de telecomunicaciones; está en Enagás, compañía gestora del sistema gasista español y transportista de gas desde que adquirió un 5% en diciembre de 2019; tiene el 5% de Red Eléctrica (actual Redeia), compañía transportista de luz y operadora del sistema eléctrico español; el 12% de REN, el operador de redes eléctricas portugués, desde el verano de 2021; además es socio de Repsol al comprar el 49% del parque eólico Delta; y el pasado verano, se hizo con el 5% de Enagás Renovable, la filial de renovables de la gestora y transportista gasista, desde finales del pasado julio.