Decíamos que Ignacio S. Galán ha convertido las renovables en un producto -y en un mercado- financiero, contribuyendo al fuerte apetito por estas energías que hay en España, las cuales atraen a fondos de inversión, energéticas extranjeras y empresas de otros sectores. Entre las muchas muestras que lo reflejan, la penúltima se puede ver en que ha sido Iberdrola la que ha contactado con Pontegadea, el vehículo inversor de Amancio Ortega,... y no al revés.

Hace unos días, se conocía que Galán había abierto la puja sobre el 49% de una cartera de activos renovables que Iberdrola tiene en España y cuyo valor asciende a unos 1.200 millones de euros. Entre los candidatos a llevarse el gato al agua estaban: el gigante siderúrgico ArcelorMittal, con una oferta presentada junto al fondo de inversión danés Copenhagen Infraestructure Partners (CIP); Norges Bank, la sociedad que gestiona el fondo soberano noruego y que es el cuarto accionista de la eléctrica, tras el fondo soberano de Catar (QIA), Goldman Sachs y BlackRock; y un tercero del que no se sabía el nombre. Ahora ha aparecido en el escenario Pontegadea, el vehículo inversor del fundador y máximo accionista de Inditex. Eso sí, por ahora hay una negociación exclusiva entre Iberdrola y Norges Bank en marcha, y habría que ver si dentro de esta tendría cabida dar algo de participación a Pontegadea o hacerlo en otros proyectos renovables. Y por cierto, conviene destacar que tanto Norges Bank como Pontegadea llevan tiempo apostando por la diversificación de sus carteras.

Galán pone en venta negocios maduros de los que ha sido pionero: se trata de una venta parcial, conservando la mayoría, pero el siguiente paso quizá podría ser vender participaciones mayoritarias. Todo depende del momento y de los niveles de deuda y liquidez

El presidente ejecutivo de Iberdrola es un ingeniero industrial que casi siempre suele ir más adelantado que el resto del sector. Ahora está optando por poner en venta negocios maduros de los que ha sido pionero y ha empezado por venta parciales, es decir, conservando la mayoría, pero el siguiente paso quizá podría ser vender participaciones mayoritarias. ¿Quién sabe? Todo depende del momento y de los niveles de deuda y liquidez, porque este salmantino suele cuidar bastante el nivel de deuda... para que los fondos no le castiguen. En concreto, Iberdrola cerró los nueve primeros meses del año con la deuda financiera neta ajustada en 44.293 millones, con mayor coste medio por el entorno de subida de tipos de interés, aunque una buena estructura: el 86,4% está referenciada a tipo fijo y el 13,6% a tipo variable. Y la liquidez cerró dicho periodo en 24.102 millones. Claro que unas semanas después de conocerse estas cifras, se confirmó que la eléctrica será más norteamericana que española al anunciar unas inversiones de 47.000 millones hasta 2025, de las que el 47% se destinarán a EEUU y sólo un 13% a nuestro país. Y estas inversiones milmillonarias hay que financiarlas... algo para lo que vienen muy bien las ventas parciales de negocios maduros. Y por cierto, entre esas inversiones algunas tienen como destino la eólica marina, pero cuidado, porque está empezando a surgir un movimiento social en contra de esta energía aludiendo que destroza el paisaje marino al igual que la eólica terrestre lo hace con el de campos y montes. 

Ahora Galán aprovecha que Amancio Ortega tiene una espina clavada en energía desde hace años: en 2005, el Banco Santander intentó vender su participación del 22% en Unión Fenosa a un grupo de cajas y de empresarios gallegos, pero al final les dejó plantados y se la vendió a Florentino Pérez, o sea, a ACS (este último la vendió años después a Gas Natural, pasando a llamarse Gas Natural Fenosa y más tarde, Naturgy). Y el ingeniero industrial también quiere sacar tajada de que al empresario leonés siempre le ha gustado la cuestión energética y de que Pontegadea lleva unos años apostando por la diversificación. De hecho, a la participación en Inditex y las fuertes inversiones en el negocio inmobiliario, este vehículo inversor ha sumado otros activos que le han llevado a tener un gran 2021 en resultados. Entre esas otras participaciones, destacan: Telxius, donde entró en 2018 con un 9,9%, al unirse a Telefónica para comprar al fondo KKR el 40% que tenía de esta filial de infraestructuras de telecomunicaciones, y ahora controla el 30%; Enagás, compañía gestora del sistema gasista español y transportista de gas de la que adquirió un 5% en diciembre de 2019; el 5% de Red Eléctrica (actual Redeia), compañía transportista de luz y operadora del sistema eléctrico español, y el 12% de REN, el operador de redes eléctricas portugués, desde el verano de 2021; unos meses después se convirtió en socio de Repsol al comprar el 49% del parque eólico Delta; y el pasado verano, se hizo con el 5% de Enagás Renovable, la filial de renovables de la gestora y transportista gasista, desde finales del pasado julio.

Y al hablar de Pontegadea hay que citar otro aspecto relevante: aunque su CEO es Roberto Cibeira, quien continúa llevando el timón es  José Arnau, el hombre de confianza de Amancio Ortega y de su segunda esposa, Flora Pérez Marcote. Arnau es vicepresidente ejecutivo de Pontegadea (en cuyo Consejo de Administración entró Marta Ortega como vocal hace unos meses), pero también es vicepresidente de Inditex y vicepresidente de la Fundación Amancio Ortega. Y además, recuerden que esta fundación es la principal vía que tiene Amancio Ortega para mostrar su gran generosidad con la Sanidad pública española y con otras muchas causas (como por ejemplo, unas becas de estudio). 

Amancio Ortega y su generosidad