El IPC de España, peor que el de Europa, como siempre / Foto: Pablo Moreno
El Índice de Precios de Consumo (IPC) se quedó en septiembre en el 8,9% en tasa anual, tras caer 1,6 puntos en relación a agosto, según los datos definitivos publicados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que anteriormente la había fijado en el 9%.
La Inflación subyacente (sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) bajó en septiembre dos décimas, hasta el 6,2%, que es otra burrada.
El INE destaca la bajada de los precios de la electricidad y de los carburantes. El grupo de vivienda rebajó más de 10,5 puntos su tasa interanual, hasta el 14,2%, debido al abaratamiento de la electricidad. Por su parte, el grupo de transportes bajó su tasa interanual más de dos puntos, hasta el 9,4%, por el menor coste de los carburantes y de los servicios de transporte.
Sin embargo, en septiembre subieron, de nuevo, los precios de los alimentos, en concreto seis décimas, hasta situarse en el 14,4%, la más alta desde el comienzo de la serie, en enero de 1994. Destaca, especialmente, el encarecimiento de las legumbres y hortalizas, la carne, y la leche, el queso y los huevos.
Los alemanes y otros centroeuropeos andan a la caza de las frutas y verduras españolas y ofrecen lo que sea con tal de llevárselas a su país, porque a ellos les cuesta mucho dinero cultivarlas por el elevado precio del gas, con lo que están distorsionando el mercado español y creando serios problemas de suministro
Y es que, en el último año, la calefacción, el alumbrado y la distribución de agua se han encarecido un 24,8%; los aceites y grasas han elevado sus precios un 23,8%; los huevos son un 23,6% más caros; la leche cuesta un 25,1% más, y los cereales, un 22,3% más.
En términos mensuales (septiembre sobre agosto), el IPC cayó siete décimas.
Mientras que el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) situó su tasa interanual en el 9%, un punto y medio inferior a la registrada en el mes anterior. Por su parte, la variación mensual del IPCA registra un descenso de dos décimas.
En todo caso, aunque la inflación haya bajado un poco, siguen siendo cifras escandalosas, por mucho que el Gobierno nos lo quiera vender como un éxito. Pues, como es bien sabido, la inflación ‘se come’ los sueldos y por el mismo dinero puedes comprar o adquirir muchas menos cosas.
Pero todo va genial, según Pedro Sánchez y Nadia Calviño…
En este punto hay que recordar lo que publicó Hispanidad recientemente: los alemanes y otros centroeuropeos andan a la caza de las frutas y verduras españolas y ofrecen el dinero que sea con tal de llevárselas a su país, porque a ellos les cuesta mucho dinero cultivarlas por el elevado precio del gas, con lo que están distorsionando el mercado español y creando serios problemas de suministro.