El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha dado a conocer los datos provisionales de la evolución de los precios en el mes de abril

La tasa anual del Índice de Precios de Consumo (IPC) alcanza el 4,1% (frente al 3,3% de marzo). 

La causa de esta subida, según el INE, ha sido el encarecimiento de los carburantes. Y también, que el descenso de los precios de la electricidad fue menor que el registrado en el mismo mes de 2022. 

En cuanto a la inflación subyacente (la inflación que no tiene en cuenta los productos energéticos ni los alimentos frescos), en abril habría bajado nueve décimas, hasta el 6,6% (frente al 7,5% de marzo). 

No obstante, un 6,6% en la subyacente sigue siendo una tasa muy alta ya que, recordemos, para el cálculo de la inflación subyacente se prescinde dentro del IPC de los componentes más volátiles -cuyos precios sufren grandes fluctuaciones debido a conflictos internacionales, malas cosechas, etc.- entre los que se encuentra el índice energético (gasolina, gas, electricidad) y el índice de alimentos no elaborados (frutas, verduras, etc.) Por lo tanto, la inflación subyacente es el indicador que permite identificar con mayor precisión la variabilidad de precios en un corto tiempo. Es decir, que la inflación subyacente se usa para medir la escalada de precios tanto a corto como a medio plazo debido a que los factores transitorios son eliminados. Por otro lado, este tipo de inflación permite medir los resultados de la política monetaria en un país, ya que se excluyen los elementos internacionales. 

En este avance, el INE no publica los precios de los alimentos: lo hará cuando difunda los datos definitivos, aunque en marzo la subida de los precios de los alimentos fue del 16,5%. 

Y en tasa mensual, el Índice de Precios de Consumo (IPC) subió un 0,6% en abril en relación al mes anterior.  

Mientras, desde la asociación agraria ASAJA, su secretario de organización, Juanjo Álvarez advierte: "Los precios (de los alimentos) van a seguir subiendo".