Eurostat ha dado a conocer hoy los datos definitivos de la inflación durante el mes de marzo. 

En la eurozona, la tasa de inflación interanual se situó en el 6,9% (frente al 8,5% de febrero). Mientras que en la UE, la tasa de inflación interanual fue del 8,3% (frente al 9,9% de febrero). Entre los Veintisiete, las menores subidas de precios respecto del mismo mes del año anterior se registraron en Luxemburgo (2,9%), España (3,3%), y Países Bajos (4,5%), mientras que las subidas más intensas correspondieron a Hungría (25,6%), Letonia (17,2%) y Chequia (16,5%).

En cuanto a la inflación subyacente (la inflación que no tiene en cuenta los productos energéticos ni los alimentos frescos), en la eurozona se confirma que alcanzó un nuevo récord del 5,7% (frente al 5,6% de febrero). Y respecto a los precios de los alimentos, en marzo alcanzaron, en tasa anual, en la eurozona, una subida del 14,7% (frente al 13,9% de febrero). 

Sin embargo, como recogió recientemente Hispanidad, los datos definitivos del INE durante el mes de marzo en España arrojaban una inflación subyacente del 7,5% (frente al 7,6% de febrero). Y la nada desdeñable cifra de una subida de los alimentos del 16,5% en tasa interanual, una auténtica barbaridad.

Recordemos que para el cálculo de la inflación subyacente se prescinde dentro del IPC de los componentes más volátiles -cuyos precios sufren grandes fluctuaciones debido a conflictos internacionales, malas cosechas, etc.- entre los que se encuentra el índice energético (gasolina, gas, electricidad) y el índice de alimentos no elaborados (frutas, verduras, etc.) Por lo tanto, la inflación subyacente es el indicador que permite identificar con mayor precisión la variabilidad de precios en un corto tiempo. Es decir, que la inflación subyacente se usa para medir la escalada de precios tanto a corto como a medio plazo debido a que los factores transitorios son eliminados. Por otro lado, este tipo de inflación permite medir los resultados de la política monetaria en un país, ya que se excluyen los elementos internacionales. 

Insistimos: según todo lo anterior, la tasa de inflación subyacente alcanzada en España, si se compara con la media de la eurozona, es un escándalo. Y habla muy mal de las medidas tomadas por el Gobierno. Y lo mismo cabe decir de los alimentos…

Así que, señor Pedro Sánchez, menos euforia impostada porque la realidad de las cifras desmiente sus mentiras…