Menos de 24 horas después de la Junta de Indra, en la que, salvo por un accionista, no se habló de la compra de EME, las voces en contra de la operación insisten en que no se debería producir, bajo ningún concepto. Hablamos de la compra de EME, la empresa de los hermanos Escribano que preside Javier, por Indra, empresa que preside Javier y cuyo 14,3% pertenece a los Escribano.
Las reticencias, incluso, van más allá del precio. Recuerden que EME no cotiza en bolsa, por lo que debería ser valorada. Pues bien, ya no trata de si Indra pagaría mucho o poco por EME -siempre sería demasiado-, sino el hecho de que el comprador y el vendedor poseen el mismo apellido, son hemanos.
Todo esto en un entorno que insiste en la necesidad de crear un campeón nacional de la Defensa. Por eso, está ganando enteros la opción de fusionar ambas compañías, la cotizada Indra con la no cotizada EME. De esta manera, con el intercambio de acciones, se evitaría que los Escribano dieran un pelotazo, además de seguir mandando en Indra.
Con la fusión, efectivamente, ampliarían su 14,3% en Indra, pero no se llevarían adicionalmente dinero contante y sonante. A los Escribano, como se pueden imaginar, no les gusta la idea e insisten en la compra-venta.
Por cierto, preguntado por esta operación, el consejero delegado de Hispasat, Miguel Ángel Panduro, apeló a la buena gobernanza del Consejo de Administración de Indra, es decir, a que, llegado el momento, actúe de manera “transparente, escrupulosa y muy medida. Supongo que lo serán. No me cabe la menor duda”, afirmó este viernes, durante la última jornada del curso de verano de la UIMP y la Apie, en Santander.
Para concluir: Panduro confía en que la compra de Hispasat por Indra se cierre definitivamnte en octubre de este años, tras obtener todas las autorizaciones, tanto nacionales como, sobre todo, internacionales.