Marc Murtra aterrizó en INDRA para ser presidente ejecutivo y ha fracasado. Esa es la visión que tienen desde Moncloa: después de más de un año en el cargo no ha sabido hacerse con el poder. El socialista catalán, que en su día fue uno de los pocos apoyos que tuvo Pedro Sánchez para volver al PSOE, ya está en la lista de prescindibles, tanto de Moncloa como de la SEPI, máximo accionista de INDRA, que depende de Hacienda, es decir, de María Jesús Montero. Resulta significativo que la próxima junta extraordinaria del día 28 de octubre aprobará, además de los nuevos consejeros, la eliminación del voto dirimente del presidente, esto es, su voto de calidad.

El fracaso de Murtra no implica, sin embargo, el triunfo de Ignacio Mataix. Ni mucho menos. A pesar de que el consejero delegado ha logrado mantenerse en el cargo, también está en la lista negra de la SEPI, que considera que no tiene cabida en el futuro de la compañía, por mucho que lo haya intentado.

Murtra ha perdido y Mataix no ha ganado. Al fondo, lo más importante y el meollo del asunto: el nuevo proyecto de Defensa española, ratificado por Pedro Sánchez durante la cumbre de la OTAN de Madrid, con el anuncio de más presupuesto para Defensa -del 1 al 2% del PIB-, una promesa que Sánchez debería empezar a cumplir ya mismo, en vísperas de año electoral, con la firme oposición de su socio Unidas Podemos. El futuro de INDRA, por tanto, el de Murtra y el de Mataix, depende de esa decisión, que no se puede demorar en el tiempo.

En cualquier caso, Moncloa se dispone a repetir en INDRA la misma operación llevada a cabo en PRISA, de la mano de Josep Oughourlian, como adelantó Hispanidad. Efectivamente, el representante de Amber Capital se ha convertido en el brazo armado -económicamente hablando, claro está- del sanchismo.

Primero fue PRISA y ahora, INDRA, donde el franco-armenio ya tiene el visto bueno para ampliar su participación del 5 al 10%. La meta es controlar completamente la compañía sin necesidad de lanzar una Opa. El reto está al alcance de la mano toda vez que la Sepi es el máximo accionista con el 25,2% del capital, como hemos señalado antes.

En este contexto, el tsunami provocado en el Consejo de Administración tendrá su punto final -o tal vez, punto seguido- en la junta extraordinaria del próximo 28 de octubre. Según el comunicado remitido este martes por la compañía a la CNMV, a los nombres anunciados hace unas semanas hay que añadir el de Bernardo Villazán Gil -también consejero de Grupo Antolín-, que se incorporará en calidad de independiente.