Este martes se ha confirmado la historia de un despropósito que ni siquiera se ha evitado con el pitorreo de la ‘generosidad’ sanchista... con dinero europeo a través del fondo de las empresas estratégicas de la SEPI. El Gobierno se ha negado a rescatar Abengoa y la ha dejado al borde la quiebra o de un nuevo troceo.

El rescate de 249 millones de euros solicitado a la SEPI se ha denegado definitivamente por parte del consejo gestor del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas, pese a las alegaciones presentadas por la ingeniería andaluza especializada en los sectores de infraestructuras, energía y agua, por “no estar demostrada la viabilidad y no estar garantizado el reembolso del préstamo solicitado”. Pero ojo, porque ese rescate de 249 millones era la condición que ponía el fondo estadounidense Terramar para entrar en Abenewco 1, la filial que agrupaba los activos más productivos y valiosos de Abengoa, aportando 200 millones a cambio del 70%. Recuerden que ya era la única oferta encima de la mesa, porque los mexicanos Martín Amodio (principales accionistas de OHLA) se habían retirado de la puja. La compañía ha informado a la CNMV que Abenewco comunica la desestimación de la solicitud de financiación presentada a SEPI y la cancelación del proceso de reestructuración

El consejo gestor del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas de la SEPI deniega el rescate de 249 millones a la ingeniería andaluza por “no estar demostrada la viabilidad y no estar garantizado el reembolso del préstamo solicitado”

Tampoco hay que olvidar que la SEPI ya había desestimado las peticiones de rescate para otras seis filiales del grupo (Abengoa Energía, Abener Energía, Abengoa Agua, Inabensa, Abengoa Operación y Mantenimiento, y Abengoa Solar España). Ahora con la denegación definitiva al rescate solicitado por Abenewco 1, el Gobierno la deja abocada al que puede ser uno de los mayores concursos de acreedores de la historia empresarial de España, con un agujero de casi 6.000 millones de euros. Ahora, esta compañía, cuya matriz (Abengoa S. A., la cual preside Clemente Fernández) está en concurso de acreedores desde febrero de 2021, deberá optar por el marco de la Ley Concursal y decidir si amplía ese concurso o si distintas sociedades piden preconcurso y concurso.

“El gobierno de Pedro Sánchez escenifica una vez más la falta de sensibilidad con Andalucía dejando fuera de las ayudas a Abengoa”, ha señalado Antonio Repullo Milla, coordinador general del PP andaluz. Entre las reacciones también se encuentran las de la Confederación Empresarial Sevillana (CES) y la Cámara de Comercio, que en un comunicado del que informa ABC, subrayan que el rechazo de la SEPI “aboca a la compañía a una de las mayores quiebras de la historia empresarial española, con una plantilla de más 11.000 empleados, de los que unos 3.000 trabajan en España y su gran mayoría en Sevilla”. Asimismo, subrayan que “esto supondría un paso atrás en la necesaria industrialización de Sevilla y Andalucía y un duro golpe para nuestro tejido productivo y para el empleo” y que “su pérdida supondría un verdadero fracaso a nivel económico, laboral y político”.

Paralelamente, no hay que olvidar que hay otro frente en la Audiencia Nacional: hace unos meses, se amplió hasta el 28 de julio la instrucción por posible falseamiento de las cuentas de Abengoa entre 2014 y 2016, como consta en un auto del juez Ismael Moreno. Además, el magistrado se cuestionó las declaraciones de los imputados hasta entonces, según Vozpópuli: los antiguos miembros de la Comisión de Auditoría Mercedes Gracia Díez, Alicia Velarde Valiente y el auditor Manuel Arranz. No hay que olvidar que en febrero de 2020, el juez Moreno imputó a la propia Abengoa y a Deloitte por presunto delito de estafa a inversores.