Aún tendremos que escuchar a don Pedro y a doña Nadia asegurar, sin despeinarse, que se están cumpli
Este martes ha publicado el Banco de España los datos de la deuda pública del mes de mayo. Pues bien: la deuda del conjunto de las administraciones públicas alcanzó en el quinto mes del año los 1,541 billones de euros, nuevo máximo histórico.
Con esta cifra, la deuda se sitúa en torno al 113% del PIB, tomado el PIB nominal de los últimos cuatro trimestres.
Pero es que, en el último año, la deuda pública ha aumentado en 85.176 millones de euros, es decir, un 5,8%.
Cabe recordar que el objetivo del Gobierno en cuanto a la deuda pública para todo el año se sitúa en el 111,9%, según lo remitido a finales del mes de abril por el Ejecutivo a Bruselas en el Plan de Estabilidad 2023-2026. Ese mismo plan contempla -siempre según los planes del Ejecutivo de Pedro Sánchez- una disminución paulatina de la deuda en relación al PIB: hasta el 109,1% en 2024. En 2025, la previsión es que caiga al 107,9% y en 2026 al 106,8%.
Sin embargo, esas cifras están muy lejos de la vuelta a las normas fiscales comunes -congeladas desde 2019 debido a la pandemia- que va a imponer el Ejecutivo comunitario a partir de 2024 y que fijan un máximo de déficit público del 3% del PIB y una deuda del 60% del PIB.
Es más: en una absolutamente irresponsable política económica, Pedro Sánchez ha disparado la deuda pública en más de 303.000 millones en cuatro años. Con datos de abril de este año, España era uno de los cuatro países más endeudados y con mayor déficit de la UE, solo por detrás de Grecia (171,3%), Italia (144,4%) y Portugal (113,9%).
Por todo ello, recientemente, Bruselas clasificaba a España como país de "alto riesgo" a medio plazo por la elevada deuda pública. La clasificación tendrá un papel determinante a la hora de fijar la cuantía del ajuste presupuestario exigido por la UE en 2024.
Y todo esto -insistimos- se resume en la irresponsable política de endeudamiento de Pedro Sánchez que, si no sale elegido presidente del Gobierno tras el 23 de julio, dejará al siguiente Ejecutivo un marrón de considerables proporciones, pues este se verá obligado a duros ajustes y quién sabe si a nuevas subidas de impuestos…
