Si para Nadia Calviño la economía española va de miedo y somos la envidia de Europa porque crecemos más que nadie, hemos bajado la inflación más que nadie y aumentamos el empleo más que nadie -todo verdades a medias, es decir, mentiras-, para Luis de Guindos la situación es bien distinta. Lo malo es que el número dos del BCE tiene razón y la número dos del Gobierno, no.

Tal vez por eso, Guindos estuvo muy activo durante la última semana, especialmente durante el tramo final de la misma. No dejó a nadie fuera: hogares, empresas y, sobre todo, gobiernos, corren riesgos significativos que pueden cristalizar en 2024.

“Las débiles perspectivas económicas junto con las consecuencias de la elevada inflación, fuerzan la capacidad de la gente, las empresas y los gobiernos de devolver su deuda”, afirmó el miércoles, durante la presentación del Informe de estabilidad financiera de noviembre del BCE.

Relacionado

En esa misma comparecencia, puso especial hincapié en lo que se le viene encima a los países que, como España, desbordan déficit público y deuda. En el caso español, además, no hay que obviar el desempleo, el mayor de toda la UE y la OCDE.

Por si acaso todo esto les parece poco, Guindos alertó también del riesgo que entrañan a la economía europea, en el corto plazo, las subidas salariales que, de media, están siendo del 5% en el continente, y el aumento de los costes laborales, algo que las empresas españolas están sufriendo desde que Sánchez vive en La Moncloa.

Todavía falta una advertencia más: los tipos de interés seguirán altos durante un tiempo prologado a pesar de la moderación de la inflación. No se puede “cantar victoria”, según Guindos. “Puede haber elementos que lleven a que la inflación sea más pegajosa”, afirmó el viernes.

También repartió su dosis correspondiente a la banca, que tan buenos resultados está cosechando tras la subida de tipos. Un pero: esa mejora no se está reflejando en la valoración bursátil y esto se debe, según Guindos, a las grises perspectivas que auguran una desaceleración económica en los próximas trimestres que obligará a las entidades a aumentar las provisiones para hacer frente al más que previsible aumento de la morosidad.

Como ven, todo muy positivo. No se apuren. Si sufren un momento de debilidad no tienen más que escuchar cualquier intervención de Calviño. Se vendrán arriba enseguida y al menos durante un rato.