El precio del dinero todavía no se ha normalizado y Luis de Guindos ya está lanzando mensajes amenazadores a las entidades financieras españolas, que llevan años suspirando por unos tipos de interés positivos o, incluso, del cero por ciento.

Pero no hay tregua para el vicepresidente del BCE: “No nos ceguemos con la ilusión de subidas de tipos a corto plazo”, afirmó este miércoles en el curso ‘Sostenibilidad y digitalización: las palancas de la recuperación’, organizado por la APIE.

La subida de tipos, que comenzará en julio, reactivará el negocio bancario, pero en el medio plazo habrá una desaceleración de la economía y tanto familias como empresas verán más complicado hacer frente a los pagos. La buena noticia es que el sector privado actualmente está mucho menos endeudado que en la anterior crisis.

“Seguramente la morosidad va a subir y va a haber más dificultades para empresas y familias en el contexto de alta inflación. Por eso es importante que los bancos sean prudentes y continúen con niveles de provisiones adecuados”, señaló.

De momento, en cualquier caso, el BCE no contempla limitar los dividendos o aumentar las exigencias de recursos propios.