Al curso de la APIE que se está celebrando esta semana en la UIMP, en Santander, han acudido banqueros, sindicalistas, el BCE, el Gobierno… y después de tres días escuchando a los presentes uno descubre que la economía española va de miedo. ¿Incertidumbre? Mucha, pero no nos quita la sonrisa.

Siempre se ha dicho que si un presidente de gobierno dice que la economía va mal, entonces irá mal seguro, mientras que si dice que va bien, aunque no sea cierto, es probable que retrase algo la caída. Estamos en ese punto: es el espejismo de los poderosos.

Por ejemplo, este miércoles, Luis de Guindos descartó casi totalmente que Europa vaya a entrar en recesión el año próximo. El BCE solo lo contempla en el escenario más adverso que tiene pocas posibilidades de producirse a pesar de la incertidumbre reinante. En 2022 Europa crecerá menos (un 2,8% frente al 4% estimado inicialmente) y en 2023 un 2,1%, frente al 2,8% anterior. Crecerá menos, pero crecerá.

La inflación seguirá al alza y cerrará el año por encima del 6%, pero no hay que preocuparse en exceso, porque ahí está el BCE subiendo los tipos de interés. ¿Que habrá países como España que sufran por su elevado endeudamiento público? No pasa nada, porque el BCE ya anunció el programa anti-fragmentación que, aunque nadie sabe aún cómo funcionará ni en qué consistirá exactamente, solo anunciarlo ha relajado la prima de riesgo de nuestro país.

En definitiva, España va bien a pesar de la guerra de Ucrania, del volcán de La Palma y de la Pandemia, gracias a Pedro Sánchez que, por cierto, tiene una “excelente imagen” en Europa, según Calviño

En definitiva, para cada problema ya hay una solución, aunque solo sea aparente. Estamos en buenas manos y puede que haya desaceleración, pero nada más, y será temporal. En EEUU y también en Alemania, sin embargo, sí están hablando ya de recesión en 2023. Y miren por dónde, curiosamente son economías mucho más fuertes que la española.

El martes fue César González-Bueno el que mostró más optimismo, tanto con la marcha del Sabadell como con la evolución económica de España. La subida de tipos activará el negocio bancario y, aunque a medio plazo puede generar menos consumo y más morosidad, no parece que la sangre vaya a llegar al río. Las familias y las empresas están mucho mejor ahora que en 2008.

Si el optimismo está presente en el sector privado, imaginen en el Gobierno. Para Nadia Calviño la situación es muy positiva a pesar de las incertidumbres. Gracias a Pedro Sánchez, naturalmente. El paro evoluciona bien, la economía española crece más que la media europea, la inflación se ha moderado 2 o 3 puntos -gracias, presidente- y se ha equiparado al resto de la eurozona… y por si había alguna duda, el Gobierno aprobará más medidas este sábado para impulsar el crecimiento.

En definitiva, España va bien a pesar de la guerra de Ucrania, del volcán de La Palma y de la Pandemia, gracias a Pedro Sánchez que, por cierto, tiene una “excelente imagen” en Europa, según Calviño.