El tema de los derechos televisivos de la liga de fútbol sigue dando que hablar… y lo que rondará. Tras citar la diferencia sustancial entre la oferta de LaLiga y CVC (venta de derechos) y la alternativa que lidera Florentino Pérez (alquiler de derechos), ahora LaLiga (o sea, la asociación que preside Javier Tebas) responde cargando contra esta última en un comunicado y vía Twitter. Y es que considera que no aporta capital, sino financiación, y la mayoría de clubes no podrá cumplirla.

La contraoferta se denomina Proyecto Sostenible y la han presentado Real Madrid, Barça y Athletic de Bilbao mediante una carta que han enviado a todos los clubes de Primera y Segunda División; a Tebas; al presidente de la RFEF, Luis Rubiales; al ministro de Cultura y Deportes, Miquel Iceta; y al presidente del Consejo Superior de Deportes, José Manuel Franco. Tiene el respaldo de Bank of America, JP Morgan y HSBC en la financiación, a un tipo de interés del 2,5-3% a 25 años, pero esto supone más deuda para los clubes y son muchos los que no se pueden hipotecar más (entre ellos, el Barça, que tiene una gran cantidad hipotecada con JP Morgan precisamente). Además, la contraoferta ha sido elaborada por Key Capital Partners, la firma de inversión cofundada por Alexandre Jacques Matitia-Cohen y Anas Laghrari y que tiene a Borja Prado, amigo de Florentino Pérez, como tercer accionista y que tanto ha asesorado al Real Madrid y ACS en numerosas operaciones.

Proyecto Sostenible es sobre todo una operación puramente de deuda, con un retorno fijo para los prestamistas (BoA, JP Morgan y HSBC), que no se involucran en el proyecto: o sea, no perderían dinero si vinieran mal dadas 

El acuerdo LaLiga-CVC, denominado Proyecto LaLiga Impulso, aporta capital e incorpora un socio estratégico que comparte los riesgos del negocio (si no sale como esperan, también perderá dinero). Por su parte, Proyecto Sostenible es sobre todo una operación puramente de deuda, con un retorno fijo para los prestamistas (BoA, JP Morgan y HSBC), que no se involucran en el proyecto (o sea, no perderían dinero si vinieran mal dadas y no consiguieran los ingresos previstos), y a pesar de que Barça y Athletic de Bilbao la proponen con Real Madrid al resto de clubes, no están interesados en tomar una deuda como la que se plantea.

Muchos clubes que tienen pignorados sus derechos televisivos no podrían adherirse a la citada contraoferta, a menos que dediquen el dinero recibido a cancelar las deudas preexistentes, en lugar de dedicarlo a inversiones en proyectos de crecimiento. Una operación que implica transferir el 100% de los derechos audiovisuales a otra sociedad, pero no se sabe quién la va a gestionar durante 25 años.

LaLiga, como es lógico, defiende su acuerdo con CVC, que se someterá a la votación de los clubes de Primera y Segunda División el próximo 10 de diciembre. En este se valora el negocio de LaLiga en unos 24.250 millones, mientras que en la contraoferta la valoración asciende a cerca de 30.000 millones. La primera se ha considerado razonable desde un punto de vista por los dos expertos independientes que la han analizado (Rothschild y Duff & Phelps) y representa un múltiplo de 15x Ebitda, superior a la media de las compañías cotizadas del mundo del deporte o al de las transacciones comparables. Asimismo, hay que tener en cuenta que el valor de los derechos televisivos de las grandes ligas de fútbol europeas ha caído en las últimas subastas y que LaLiga está teniendo una fuerte caída de suscriptores de televisión, mientras las nuevas plataformas (Netflix, Amazon Prime Video, Disney+ y HBO) no hacen otra cosa que crecer en abonados. Y no hay que olvidar que los ingresos de LaLiga han bajado un 12% en la temporada 19/20, a 2.800 millones, según el informe anual ‘Football Money League 2021’ elaborado por Deloitte, por el cierre de los estadios debido al Covid y el recorte de los derechos televisivos.

Real Madrid, Barça y Athletic de Bilbao recuerdan que son propiedad de sus socios, todos con derecho a voz y voto, y CVC no es un socio estratégico, sino un inversor financiero

Y la respuesta de los impulsores de la contraoferta, lógicamente, tampoco se ha hecho esperar y ha llegado a través de una carta. En la misma, recuerdan que los tres clubes mantienen la histórica estructura asociativa, siendo por tanto propiedad de sus socios -aproximadamente 300.000-, todos ellos con derecho a voz y voto. Asimismo, destacan que CVC tampoco puede ser considerado un socio estratégico del fútbol español sino, como todos conocen, un inversor financiero que interviene en una amplia diversidad de sectores económicos (energético, textil, industria alimentaria, telecomunicaciones, restauración e infraestructuras, entre otros) y cuyos gestores han anunciado su intención de desligarse del Proyecto La Liga Impulso en un plazo máximo de “8 a 10 años” y trasladar su posición a otro inversor.