El FROB, antes Fondo de Resolución Ordenada Bancaria y ahora Autoridad de Resolución Ejecutiva, perdió 1.352 millones de euros en 2021 por el ajuste contable registrado en la valoración de su participación en BFA, que ha pasado de entidad cabecera y consolidar las cuentas en Bankia, a ser tenedora del 16% de las acciones de Caixabank.

La entidad que preside Paula Conthe aclaró este viernes en un comunicado que, no obstante, se trata de un impacto “meramente contable” que carece de impacto alguno en el déficit o la deuda pública. ¡Uy, cuando se ejecute la venta!, ¿también será uan imapcto meramente contable? Ya saben, como el viejo chiste del hombre que se precipita al vacío desde el piso 24. Cuando va por el 12, alguien le pregunta:

-¿Qué tal? 

Y él responde:

-Por ahora bien.

¿No sería más lógico vender de una vez el 16,1% del capital de Caixabank, asumir las pérdidas y cerrar el capítulo? Porque, además, esa venta liberaría a Caixabank del peso que supone la presencia del Estado en un banco privado. 

Lo más positivo fue la revalorización en 2.404 millones (+122%) de la participación de BFA, primero en Bankia y luego en Caixabank, hasta diciembre de 2021.

El margen financiero volvió a ser negativo ya que la participación en BFA y la posición de tesorería (el activo del balance) no lograron generar suficientes ingresos para compensar el gasto financiero del pasivo, que se financia, principalmente, mediante el préstamo recibido del Estado. El saldo de ese préstamo, a 31 de diciembre de 2021, era de 1.865 millones, tras la capitalización parcial realizada el día 20 de ese mes de diciembre.