Foot Locker no ha metido gol, sino que se ha dado un batacazo en bolsa (su cotización se ha desplomado un 28%), tras suspender los dividendos trimestrales a partir del próximo 27 de octubre y volver a rebajar las previsiones anuales porque el negocio no va bien. Así se puede ver en los últimos resultados de una compañía que opera 2.599 tiendas y 184 franquicias.

La cadena minorista estadounidense de ropa y calzado deportivo ha entrado en pérdidas en su segundo trimestre fiscal (mayo a julio), al registrar unos números rojos de unos 4,5 millones de euros… lo que la sitúa muy lejos de los 86 millones que ganó hace un año. Además, los ingresos han bajado un 9,8%, a 1.713 millones, especialmente en Norteamérica (1.184 millones, un 13,4% menos). Todo esto en un periodo en el que abrió 15 nuevas tiendas, remodeló o reubicó 16 y cerró 108, y donde se mantuvo un “contexto de consumo aún difícil”, según ha explicado su presidenta y CEO, Mary Dillon.

En el conjunto del primer semestre fiscal (febrero a julio) las cosas no van mejor: el beneficio neto se ha hundido un 86,3%, a 28 millones, frente a los 209 millones que ganó hace un año. Y los ingresos han bajado un 10,6%, a 3.488 millones. Por ello, Foot Locker ha vuelto a rebajar sus previsiones anuales: espera menores ganancias y que los ingresos caigan entre un 8% y un 9%.

Por cierto, Peloton, empresa estadounidense de medios y equipos de ejercicio, tampoco va bien: se ha dado un batacazo en bolsa (-22,6%), al decepcionar con sus previsiones y advertir de mayores costes por la retirada de productos. Todo ello, a pesar de que ha cerrado su año fiscal reduciendo sus pérdidas un 55%, a unos 1.159 millones de euros, mientras sus ingresos han caído un 21,8%, a 2.574 millones. Su presidente y CEO, Barry McCarthy ha señalado que no esperan mantener un flujo de caja libre positivo en los dos próximos trimestres.