El mercado ha castigado a Slim con la indiferencia absoluta ante la compra
La semana ha sido intensa para FCC, con la celebración de la Junta de Accionistas -miércoles 14- y la remodelación de la cúpula sólo 24 horas después. Pero, ¿qué está pasando en FCC? ¿Por qué la empresa controlada por Carlos Slim no termina de despegar?
El mexicano, que aterrizó en la compañía a finales de 2014, está sufriendo en España lo que se conoce como el ‘riesgo de conglomerado’, algo que se explica muy bien tras la venta del 24,9% de FCC Medio Ambiente a CPP Investments por 965 millones de euros, lo que supone valorar el cien por cien de la filial en unos 4.000 millones.
Hasta ahí, todo correcto. Ahora bien, ¿cómo es posible que esa filial valga 4.000 millones, lo mismo que la capitalización bursátil de todo el Grupo? ¿Es que el resto de activos de FCC no valen nada?
Estamos hablando del 51% de Aqualia, del área inmobiliaria y de FCC Construcción, que engloba las actividades de construcción -por ejemplo, la tercera fase de Tres Cantos, en Madrid- , industrial, concesiones, así como Cementos Portland Valderribas.
Todo esto, incluida la división de Medio Ambiente, de la que controla el 75% tras la citada venta al fondo CPP Investments, vale actualmente 4.015 millones de euros en bolsa. ¿Cómo es posible? Por el ‘riesgo conglomerado’, consecuencia, principalmente, de una mala gestión con los inversores. En otras palabras, al mercado no le gustan los conglomerados en los que el propietario, aunque controle el grupo, no posea el cien por cien de los activos. Es entonces cuando se produce el desfase: que una parte del conglomerado tenga la misma valoración que el grupo entero.